Nueva York

Infieles al descubierto

Piratas informáticos cuelgan los datos de una web que busca relaciones a casados. Políticos y altos ejecutivos, entre los 37 millones de usuarios «cazados»

El mensaje que publicaron ayer los piratas informáticos
El mensaje que publicaron ayer los piratas informáticoslarazon

Piratas informáticos cuelgan los datos de una web que busca relaciones a casados. Políticos y altos ejecutivos, entre los 37 millones de usuarios «cazados»

Un colectivo de ladrones informáticos, autodenominado Impact Team, ha colgado en internet los datos de 37 millones de usuarios de Ashley Madison. Entre ellos, los de altos ejecutivos y políticos de Reino Unido. Es decir, que ahora mismo, desde cualquier lugar, usted puede saber si su pareja ha tratado de serle infiel gracias a los servicios de una las webs de contactos más visitadas del mundo y que ofrece sus contenidos en idiomas que van del inglés al noruego, el francés, el español, el alemán, el hebreo, el griego, el japonés, y el chino (simplificado y tradicional, y hasta la variante de Singapur).

Porque eso es Ashley Madison. Una empresa que facilita las aventuras picantes, los encuentros clandestinos, la cana al aire y la siesta del adúltero. Lejos de limitarse a publicitar los nombres, en el archivo aireado por los delincuentes también relucen datos como el correo electrónico o, incluso, algunas de sus características físicas. Es posible que, encima, figuren los rastros bancarios de cualquier transacción y hasta sus fantasías sexuales.

Los delincuentes, que atacaron los servidores de la empresa el pasado mes, han depositado su hurto en un archivo BiTorrent, que permite descargarse enormes cantidades de material. La compañía propietaria de Ashley Madison, Avid Life Media, niega que entre el material robado figuren los datos de las tarjetas de crédito. Sus portavoces han prometido que librarán una feroz batalla legal y no permitirán que la vida y costumbres de quienes requieren de su capazo sea objeto de escarnio.

La empresa trata de controlar daños consciente de que tanto Ahsley Madison como sus otras dos firmas, Cougar life y Established men, tienen un solo mandamiento: el hermetismo. Pasear los nombres de la clientela por los balcones de internet liquidaría de raíz su multimillonario modelo de negocio. Los usuarios quedarán expuestos a la ira pública, el linchamiento mediático, el dogmatismo y, todavía peor, la confrontación privada con sus respectivos partenaires de hipotéticos escarceos sexuales.

124 millones de personas visitan cada mes los servidores de una compañía de lema inequívoco: «La vida es corta, ten un affaire». Al parecer, garantizan que el cliente encontrará lo que busca, pero las condiciones resultan draconianas. Hay que comprar el paquete completo y enviar mensajes, pagados, a casi dos docenas de miembros, así como participar en uno de sus chats, que también cuesta, durante al menos 60 minutos al mes, etc. Si uno es capaz de superar todos los requisitos terminará en la cama con la/el protagonista de sus fantasías, o le devuelven el dinero... que a esas alturas sumará ya una cantidad respetable.

A diferencia de las mujeres, que pueden enviar sus mensajes gratis, los hombres deben pagar, quizá porque la sociedad será muy liberal pero en ciertas actividades la desproporción hombre vs mujer resulta abrumadora. Ahora los paganinis serán paseados a lomos de una mula virtual mientras los ladrones iluminan su hazaña con las teas de un manifiesto disfrazado de escándalo público y recto puritanismo justiciero. Dicen que todo lo hacen en beneficio de la gente, y en contra de una empresa de estafadores, que hizo caso omiso a sus solicitudes para autodestruirse.

El panfleto reza entre otras cosas que «Avid Media Life no ha acabado con Ashley Madison y Established men. Hemos explicado el fraude, el engaño, y la estupidez de Avid Media Life y sus miembros. Ahora todo el mundo puede ver sus datos». Es decir, les habían advertido, presionaron a los ejecutivos para que tumbaran la página y volvieran, reformados, a la tibia seguridad de actividades menos problemáticas, pero nadie les escucho, y éste es el resultado. Después preguntan al lector si entre los agraciados «encuentra alguien a quien conoce», y advierten de que «el portal es una estafa con miles de perfiles femeninos falsos», mientras que el 90-95% de los usuarios reales son hombres». «Es probable que tu hombre se haya registrado en la web de contactos más importante del mundo, pero también muy posible que nunca lograra uno. Sólo lo intentó, si es que importa la distinción».

Por último, responsabilizan a Avid Media Life de haber «mentido y fallado» a quienes prometió anonimato, y animan «a presentar demandas por daños y perjuicios». Después de acudir a los tribunales, concluyen, «sigue adelante con tu vida. Aprende la lección y haz propósito de enmienda. Es vergonzoso ahora, pero lograrás superarlo».

El pasado 20 de julio, cuando se produjo el primer «butrón», Avid Media Life publicó un comunicado para aquietar las aguas y advertir que había logrado «asegurar sus portales y cerrar los puntos de acceso no autorizados». «Estamos», proseguían, «trabajando con las fuerzas del orden, que investigan este acto criminal. Todos y cada uno de los responsables de este acto de ciberterrorismo serán juzgados. Mediante el uso de la Millenium Copyright Act nuestro equipo ha eliminado con éxito todos los mensajes relacionados con este incidente, así como toda la información personal de nuestros usuarios».

Un mes después, ante la evidencia de que las filtraciones no sólo no cesaban sino que crecían de forma exponencial, recuerdan que nos hallamos «ante una acción ilegal contra los miembros de AshleyMadison.com, así como contra cualquier librepensador que elija participar en actividades en internet totalmente legales. El criminal o criminales responsables de este acto se han nombrado jueces, jurado y verdugos, creyéndose en condiciones de imponer su visión personal de la virtud». Palabras que, como de costumbre, han sido vilipendiadas en numerosos coros de internet.

«¡El tiempo ha terminado!»

El mensaje que publicaron ayer los piratas informáticos: «Avid Life Media no ha cerrado las webs de Ashley Madison y Established Men» Y por eso cumplen su amenaza: «Ya hemos explicado el fraude, el engaño y la estupidez de ALM y de sus miembros. Ahora todo el mundo puede ver su información».