Sanidad

De dispensario a hospital, un camino misionero

Provincial de las Franciscanas Misioneras de María en España

De dispensario a hospital, un camino misionero
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La historia del Hospital San Francisco de Asís parte del objetivo de una fundación misionera, «tener una casa central en Madrid situada en los límites de un barrio aristocrático y de uno popular». A principios del siglo XX, el actual enclave de El Viso cumplía esas expectativas. Comienza con un taller de bordados y la asistencia a los enfermos en un dispensario. Después de todas las vicisitudes vividas en la Guerra, años en los que el edificio se convirtió en Hospital de Sangre, la Superiora General, MM Marguerite du Sacre Coeur, cumple su deseo de abrir un sanatorio propio para el cuidado de los pobres y los acomodados. En 1940 comienza la andadura del Sanatorio San Francisco de Asís bajo la dirección de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María. En 2012, y con el objetivo de acometer una ambiciosa ampliación, adopta el nombre de Hospital San Francisco de Asís.

Más tarde, en 1939, el Instituto trata de abrir un sanatorio de acuerdo con el deseo de MM Marguerite du Sacre Coeur, que «quería tener una mayor libertad en el Sanatorio para el cuidado de los pobres y los acomodados». En ese momento, el Gobierno reclamó el local para instalar el hospital diftérico, en principio por tres meses que al final se convirtieron en un año. Las hermanas enfermeras trabajaron día y noche. Desde julio de 1939 funcionó el taller de jóvenes y el dispensario, al que acudían 300 personas diariamente. En febrero de 1940 se inaugura un comedor para las chicas del taller, y en septiembre el inmueble volvió a manos de las FMM. Tras la realización de las reparaciones y adaptaciones necesarias, en diciembre de 1940 se inaugura oficialmente el Sanatorio San Francisco de Asís con 18 camas. El dispensario también fue reformado.

En 1948 comienzan las obras de ampliación del Sanatorio. A finales de 1951 se pone en marcha la escuela de enfermeras y en 1952 se inaugura la primera ampliación.

En 1958 se adquieren tres chalets para la escuela de enfermeras, que funcionó hasta 1979. Ese año se construye una gran capilla y una residencia para la comunidad.

Ya en los 80 se instalan los búnkeres para el tratamiento radiológico de los enfermos de cáncer. Además, entre 1996 y 1998 se construyen 100 plazas de parking y una nueva ala del hospital donde se establecen los quirófanos generales, habitaciones, urgencias y otros servicios, además de un edificio para alojar a la comunidad de hermanas que están al servicio del centro.

Recientemente, en 2012, se acomete la rehabilitación total de los tres chalets para consultas externas y el centro pasa a llamarse Hospital San Francisco de Asís. Empieza a fraguarse la transformación.

Las condiciones han evolucionado profundamente y, hoy, la ubicación del hospital es privilegiada, en la esquina de la calle Joaquín Costa con Velázquez, en El Viso. Está rodeado de residencias de alto nivel y de instituciones. La mayoría de los pacientes que acuden al Hospital San Francisco de Asís tienen un seguro privado contratado con las numerosas sociedades que operan en España. Un porcentaje cercano al 10% es totalmente privado. Por otro lado, se han firmado convenios con la Comunidad con el fin de atender a pacientes de las listas de espera de la Sanidad Pública.

La gran transformación del Hospital San Francisco de Asís comienza en 2015. El ambicioso proyecto prevé una nueva ampliación y la rehabilitación de un antiguo edificio, así como la construcción de un nuevo aparcamiento.

En la actualidad se ha convertido en un complejo hospitalario que integra a grandes profesionales y aplica tecnologías innovadoras. Sus instalaciones se han ampliado hasta los 30.000 m2. Cuenta con 132 camas de hospitalización, 12 incubadoras, 17 camas de UCI, siete camas de Urgencias, 10 quirófanos generales, dos ginecológicos, otros dos oftalmológicos, un paritorio y una sala de hemodinámica. En el equipamiento destaca un acelerador lineal, un densitómetro óseo, 12 equipos de hemodiálisis, un TAC, dos de Resonancia Magnética, cuatro de Rx y un mamógrafo. A esto se añaden un total de 55 consultas y 207 plazas de aparcamiento a disposición de pacientes, acompañantes, médicos, personal y público.

Más de 150 especialistas ofrecen sus servicios para cubrir un total de 11 especialidades médicas, a los que hay que sumar 229 médicos que atienden 14 especialidades quirúrgicas, y otros 48 especialistas que se encargan de áreas como Pediatría, Medicina Intensiva o Urgencias, entre otras. El centro cuenta además con otros servicios complementarios como atención al paciente, servicios religiosos y de pastoral y cafetería.

El resultado de la última ampliación cumple el principal objetivo: ofrecer una cuidada atención y responder también a las exigencias de los pacientes y al personal comprometido en el servicio hospitalario.

Durante muchos años la presencia de las hermanas del hospital fue numerosa, ya que uno de los objetivos misioneros del Instituto era formar profesionalmente a las hermanas que partían a los cinco continentes a prestar servicios entre los más desfavorecidos.

A pesar de todos los cambios experimentados y las adaptaciones realizadas a lo largo de los años, la misión evangelizadora del Hospital San Francisco de Asís sigue siendo la misma: cuidar y sanar a los enfermos en todos los aspectos, a través de un servicio de alta cualificación profesional y un trato cercano y respetuoso que transmita el mensaje de Paz y Bien de su patrón, San Francisco de Asís, siempre «al servicio de la vida y la esperanza».

Dentro del marco de un proceso de transformación profunda que se está viviendo en el Instituto, como mujeres de diferentes naciones y culturas, consagradas a la misión universal en un mundo fragmentado, quieren mostrar el rostro del amor de Dios, convirtiéndose en una presencia humanizante entre los que sufren.

Presentes en 73 países en los cinco continentes, las hermanas viven en comunidades internacionales interculturales. El Instituto está integrado por un total de 5.600 hermanas de 79 nacionalidades que viven en 653 comunidades, comprometiéndose con otros en el cuidado de la creación, al servicio de la vida, de la paz, de la justicia, y de la sanación, allá donde sea más necesario.