Sin estudios, sin trabajo... y el mayor traficante de armas

Un pamplonés de 24 años fabricaba y vendía armamento en el «mercado negro» de internet.

Sin trabajo y sin estudios, tiene 24 años, vivía hasta hace poco con sus padres en Pamplona... y era considerado el mayor traficante de armas cortas de la Dark Net, el «mercado negro» de Internet en el que pueden realizarse innumerables actos delictivos con total impunidad. Sólo en lo que va de año, suministró a una treintena de ciudadanos de 11 países de Europa, América y Asia 22 armas cortas, una escopeta recortada, 500 proyectiles, un kilo de pólvora... incluso un mechero-pistola del calibre 6,35 mm, que él mismo fabricó y que era especialmente peligroso al ser fácil de ocultar. Llevaba, más que una doble vida, una doble identidad: «nini» de día, traficante de armas de noche. Engañaba a sus padres a la hora de justificar sus ausencias y, sobre todo, un nivel de vida que no correspondía al de un parado: adquirió un velero que permanecía atracado en el Puerto de Barcelona, se le podía ver por Pamplona conduciendo un coche de alta gama... La Ciudad Condal era todo un centro de operaciones: además de contar con domicilio allí, tenía un garaje en el que fabricaba los «mecheros» y «tuneaba» las armas. Este joven, ya detenido, es el centro sobre el que ha girado la «operación Ruger», a cargo de la Guardia Civil con el apoyo de Europol, que se inició el pasado marzo, cuando Correos de Navarra detectó varios paquetes postales con destino al extranjero que contenían armas y municiones. «Es una historia de película», dicen desde el Instituto Armado. «Ha sido una investigación muy costosa. Tomaba muchas precauciones al realizar envíos, al comunicarse...», añaden. Creó empresas e identidades ficticias, borraba el número de serie de las armas y las ventas las realizaba a través de bitcoins, monedas virtuales de difícil trazabilidad. Y todo ello, como señalan las autoridades, de forma «autodidacta», aprendiendo a base de tutoriales de Internet. Aún así, se bastó, incluso, para adquirir armas inutilizadas del mismo establecimiento de Eslovaquia que suministró el armamento utilizado en los atentados de París de 2015. El detenido, posteriormente, las manipulaba para que volvieran a funcionar.

No es el único detenido dentro de una operación que sigue abierta. Hay otro arrestado en Galicia por adquirir una escopeta recortada.

En Alemania fueron apresadas otras tres personas implicadas en varios homicidios. Precisamente, en este país los agentes descubrieron que uno de los «clientes» del traficante se había suicidado con el mismo arma que había adquirido.