Trabajo

Obligados a estudiar hasta los 18 años aunque trabajen

El modelo educativo se encamina al de los «länder» alemanes, donde se compatibiliza estudio y empleo. PP, PSOE y Ciudadanos coinciden en que estén «enganchados» al sistema educativo hasta los 18 años. Podemos no comparte la propuesta: «No se trata de obligar a la escolarización, sino incentivarles a seguir»

Obligados a estudiar hasta los 18 años aunque trabajen
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España podría encontrarse a las puertas de un cambio radical en la concepción del sistema educativo vigente. En los próximos años habrá que estar «enganchado» a la formación reglada hasta los 18 años. Hasta esa edad, las Administraciones estarán obligadas a dar esa formación de manera gratuita y se podrá compatibilizar estudio y empleo entre los 16 y los 18 años con fórmulas flexibles. Tendemos a un modelo compuesto entre escuela-empresa obligatorio y gratuito hasta la mayoría de edad, similar al que está vigente en algunos «länder» alemanes en el que el Ministerio de Educación y el de Empleo tendrían que trabajar muy estrechamente. Este sistema potenciaría modelos que ya existen, como la Formación Profesional dual, los contratos para la formación y el aprendizaje, los turnos vespertinos, las enseñanzas a distancia o semipresenciales, y permitiría establecer soluciones novedosas como horarios o calendarios adaptados, articulación de contenidos por módulos...

Esta propuesta no está lejos de convertirse en una realidad. Los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) trabajan en esta línea. El partido socialista ya lo ha apuntado en su programa electoral, aunque sin especificar cómo se hará: «Nuestro objetivo es que de forma progresiva y por consenso se extienda la obligación de las administraciones educativas de ofertar plazas hasta los 18 años». El Partido Popular cree que el modelo formación-empleo es factible y puede dar solución a la necesaria formación que requieren los jóvenes de 16 a 18 años. La fórmula quedó plasmada en el «Informe 2015 sobre el estado del sistema educativo» del Consejo Escolar del Estado, del que forman parte 107 miembros de los sectores más directamente relacionados con el mundo educativo.

La propuesta está ampliamente argumentada en este documento que tomará como referencia el PP a la hora de elaborar su propuesta electoral en Educación. Así, expone varias razones por ampliar la educación hasta los 18 años. Para empezar, y según las previsiones de la UE sobre el futuro laboral en España, muestran que la demanda de trabajadores de baja cualificación formal en nuestro país seguirá disminuyendo, mientras que aumentará la demanda de cualificaciones intermedias, «lo que requerirá un cambio sustantivo en la estructura de la oferta». Además, España tiene una tasa de titulados en Formación Profesional (FP) de grado medio situada casi 14 puntos por debajo de la media europea, lo que «constituye un serio obstáculo para la adaptación de nuestro país a las exigencias del sistema productivo».

Otra de las razones por las que aumentar la formación hasta la mayoría de edad es importante, según el Consejo Escolar del Estado, es porque «elevar el nivel formativo de la población mejoraría sus actitudes cívicas y sus comportamientos democráticos, incrementará su grado de salud física y de bienestar mental y la protegerá frente al declive cognitivo de la vejez». A esto hay que sumar que el Parlamento Europeo, entre sus recomendaciones para reducir el fenómeno del abandono educativo, ha sugerido a los estados miembros que «amplíen la asistencia obligatoria a la escuela hasta los 18 años». Y es que toda formación es poca, ya que los estudios demuestran que un año extra de experiencia escolar en la educación secundaria superior produce un incremento en los ingresos anuales de esa persona de hasta el 12% y, por otro, los ingresos no percibidos por efecto del abandono educativo temprano son entre tres y seis veces superiores a los no percibidos por permanecer en el sistema escolar. El estudio del Consejo escolar del Estado cree que el cambio de modelo es «asequible» y el proceso de consolidación presupuestaria será progresivo. De hecho, establecer la gratuidad de la enseñanza hasta los 18 años costaría aproximadamente 1.500 millones de euros en un margen de tres años (la implantación sería progresiva), equivalente al 0,1 o al 0,2% del PIB. «Podría tratarse de una inversión rentable, pues disminuiría considerablemente el abandono educativo temprano, mejoraría el nivel formativo de nuestros jóvenes y su nivel de ingresos futuro reduciría la brecha de formación», dice el Consejo Escolar.

Algunos partidos, como Ciudadanos, estarían dispuestos a apoyar la propuesta. «Al final todo es un problema de dinero. Si es asumible, no tenemos inconveniente en que se haga, porque de lo que se trata es de que el sistema resuelva el problema de abandono escolar pero a la vez se respete el derecho a trabajar a partir de los 16 años», explica Xavier Pericay, dice el portavoz de Educación de este partido. Más reticente es Podemos, que asegura que «no se trata de obligar a nuestros jóvenes a ejercer obligatoriamente la escolarización hasta los 18 años. Se ha de elaborar una nueva ley de educación con quienes más saben, la comunidad educativa, uno de cuyos puntos sea la incentivación de nuestros jóvenes a seguir sus estudios, ya sea Bachiller o FP, donde hay que hacer una gran reforma y adaptarla a la situación actual de matriculación. En un país líder en la UE en fracaso escolar, no se trata de obligar a nuestros jóvenes a que permanezcan más tiempo en la etapa obligatoria, sino de combatirlo para que ellos mismos deseen formarse y vean en la Educación una oportunidad en su futuro».