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El auto del «caso Asunta»: «¿Por qué el ADN de Basterra estaba en la braga de la niña?»
Aunque el juez Vázquez Taín descarta el móvil sexual, subraya que «el contenido del ordenador del padre es bastante comprometedor»
La idea de un posible móvil sexual lleva sobrevolando la investigación sobre el caso Asunta desde el inicio, una hipótesis que tomó fuerza desde que se filtró la fotografía de la niña vestida de cabaret; una imagen que hubiera pasado desapercibida si no llega a ser por la pose en la que aparece la menor mirando a cámara. Aunque «éste no sea a priori el móvil del asesinato», tal y como refleja el auto hecho público ayer y por el que se decreta la apertura del juicio oral contra los padres de la menor, sin embargo, el juez José Antonio Vázquez Taín sugiere en él que sí pudo haber cierta perversión previa al asesinato de la pequeña.
«El contenido del ordenador –de Alfonso Basterra (el padre)– es bastante comprometedor, y en base al mismo, cobran relevancia otros indicios que se trataron discretamente. Alfonso no ha explicado todavía cómo, si en su vivienda Asunta no tenía más que un cepillo de dientes y unas zapatillas, se encontraban sobre la mesilla, y no colgados del armario, los trajes de ballet de la pequeña». Y pregunta retóricamente: «Por qué su ADN estaba en la braga de la menor». Para después indicar que «otros indicios, en esa misma dirección, habrán de ser tratados en el plenario».
Ahora bien, en el momento en el que se encontró el cuerpo sin vida de Asunta, «la menor no presentaba indicios de agresión sexual, ni lesión alguna que no estuviese directamente conectada con su asesinato, lo que excluye a priori el móvil sexual, así como el intento de secuestro».
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela sostiene que el asesinato responde a un plan premeditado y defiende que los padres adoptivos de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, deben permanecer en prisión por el riesgo de fuga existente. Y no deja duda alguna sobre que los dos imputados estuvieron de acuerdo en la muerte de la pequeña, cuyo cuerpo fue encontrado el 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo, en La Coruña: «El asesinato de Asunta, como se analizará en la presente resolución con detalle, responde a un plan premeditado, ejecutado de forma gradual, y que resulta imposible sin la participación, o al menos el consentimiento, de ambos imputados».
Respecto a la causa de la muerte, el magistrado del caso precisa que fue una muerte lenta y agónica, ya que «la sofocación (que la pequeña sufrió) no se produjo de forma rápida y constante, sino con interrupciones, debidas a la posible resistencia de la víctima».
No son los únicos detalles que llaman la atención del auto. La relación entre ambos padres adoptivos y su relación con su hija dibujan una familia alejada de ser eso, una familia. Porque qué padre no vería a su hijo en un mes y 12 días si no fuera porque su trabajo se lo impide. Y es que en este caso ni Basterra ni Porto lo tenían. «Como expuso gráficamente A. I. en su testifical, Asunta estaba "tirada"sin que nadie le hiciese caso. Las comunicaciones entre las partes, así lo indican, pues la pequeña pasaba días e incluso noches sola. Dicha manifestación se refiere a antes del día 4 de julio. Después de dicha fecha, los imputados la envían, desde el día 28 de julio al 9 de septiembre aproximadamente, es decir durante un mes y doce días a vivir con terceras personas, y como indicó la madrina, no dispusieron de tiempo para pasar el santo de la niña (15 de agosto) con ella. ¿Ninguno de los dos dispuso de unos días, pese a no trabajar, para estar con la víctima? Elocuente».
Ella dominada por él
Respecto a la relación entre Porto y Basterra, el juez Vázquez Taín describe una relación diferente a la que en un principio se pensó. Y es que si al principio parecía que ella era la que mandaba en la relación, nada más lejos de la realidad. Al menos según el auto en el que el juez Vázquez Taín hace diversas referencias a la dominación que Alfonso ejercía sobre Rosario. Así, aunque ella había «descargado hasta la más mínima gestión en Alfonso Basterra», el magistrado hace referencia a la «dominación, sobre todo psicológica, que Alfonso había adquirido sobre Rosario, de tal modo que ésta llegaba a consentir el maltrato físico, si bien éste era todavía esporádico, y ello según se recoge en el informe pericial psiquiátrico de Rosario».
A lo largo de las 19 páginas de extensión del auto, el magistrado instructor del caso también recoge el lorazepam que le suministraban a la menor, las cuerdas naranjas con las que fue atada, la manipulación del ordenador de Alfonso y las cámaras. Respecto a este último punto, el juez afirma que aunque ninguna cámara recoge a Alfonso de camino a Asunta éste podría ir en el coche ya que la imagen no permite saber con claridad qué «bulto» hay en la parte de atrás y después insinúa que Alfonso se «está creando una coartada», al parrse «incluso delante de la cámara de seguridad situada al lado de su casa».
Pero ¿qué opinan las partes del caso sobre el auto? Este periódico se ha puesto en contacto con la defensa de Alfonso Basterra, que ha rehusado hablar. Sí lo ha hecho en cambio el abogado de Rosario, José Luis Aranguren. Preguntado sobre las fotos en las que se ve a la menor vestida de cabaret, Aranguren piensa que «están sacadas de contexto». Además, «pertenecen a una actuación oficial del centro escolar de la menor y hay otras fotos de otras menores de su clase en actitud similar». Es decir, el abogado de Porto toma el mismo discurso que la defensa de Alfonso, ya que según el auto, «respecto a las diligencias solicitadas por la defensa de Alfonso Basterra (...)», en el auto el juez afirma que «la letrada las ve normales», pero «otras personas no».
Aranguren tampoco está conforme con lo relativo a posibles maltratos de Basterra a Porto: «Rosario ya dijo lo que tenía que decir al respecto. Es un argumento que se empleó para tratar de dividir a los acusados y que se tiraran piedras el uno al otro». Algo que ya se vislumbró en las últimas declaraciones ante el juez cuando ella no sólo no le besó, sino que ni le miró. Y es que la relación entre ambos, según el abogado de Rosario, es «inexistente desde hace meses».
Su vida en prisión
Basterra, profesor entre rejas
Hasta su entrada en prisión era periodista, pero en la cárcel Alfonso Basterra se dedica a hacer de «profesor» con el resto de internos y los orienta en materias como la lectura y la educación en general. A pesar de su labor,, Basterra tuvo problemas en el módulo de preventivos, donde fue amenazado y tuvo que ser trasladado y ha padecido algunos cuadros de ansiedad.
Porto, asesora legal
Rosario Porto sigue ligada a su profesión y presta asesoramiento legal a las reclusas que comparten prisión con ella en la cárcel de Teixeiro. Pero la vida de Rosario Porto en la cárcel no está siendo nada fácil. Se ha adaptado a la fuerza a su condición de interna pero Charito, como la llaman sus compañeras en prisión, solicita continuamente la baja por depresión y está teniendo problemas en el tratamiento del lupus que padece.
Las fechas clave, recogidas en el auto
22-septiembre-2013
- En la madrugada se localiza el cuerpo de la menor en una pista forestal de Teo, en La Coruña.
4-julio-2013
w Asunta sufre una agresión ese día «y en la misma estuvieron implicados ya los dos imputados», afirma el auto.
Julio-septiembre de 2013
- Asunta presenta síntomas claros de haber sido intoxicada, supuestamente con loracepán los días 9, 22 y 23 de julio, así como el 17 y 18 de septiembre.
17-septiembre-2013
- La alarma de la casa de Teo se desconecta por un periodo de tiempo similar al día del asesinato.
21-septiembre-2013
- Los padres comen con la menor en casa de Alfonso. Asunta sale y se va posiblemente a casa de su madre, pero Porto, que sale también del piso, no va a su casa. No es posible determinar dónde estuvo ella entre las 17:30 y 18:30. Alfonso asegura que él no abandonó su domicilio en toda la tarde, pero una testigo dice que le vio a las 18:20.
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