El Código Penal «legalizará» las relaciones entre menores de 15 años

El límite en la edad del consentimiento sexual se ha convertido en uno de los caballos de batalla del Gobierno. Tal como publicó LA RAZÓN, otra de las intenciones del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad se centraba en regularizar las relaciones sexuales entre los propios adolescentes. Nunca con la intención de criminalizarlos, según explicaron fuentes cercanas a la propuesta, pero sí con idea de tener en cuenta la diferencia de edad que existe entre ellos. Ahora, el anteproyecto de la reforma del Código Penal incide de forma específica en este punto.

El texto, al que ha tenido acceso este periódico, se centra en el apartado dedicado a los «delitos de agresión sexual y abuso sexual». Y añade un nuevo artículo por el cual, cuando «un menor de 15 años haya consentido» y la otra persona «sea próxima a la víctima por edad y grado de madurez», se excluye la responsabilidad penal. De esta forma, no serían castigadas las relaciones entre un adolescente que tenga menos de 15 años y otro de edad similar, si bien el anteproyecto no especifica los límites concretos.

El texto ha sido enviado al Consejo de Estado, con calidad de órgano consultivo. Posteriormente, debería ser aprobado por el Consejo de Ministros. Según ha podido saber LA RAZÓN, el Ministerio de Justicia había remitido con anterioridad un borrador del anteproyecto al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin embargo, se han incluido nuevas modificaciones, como la relativa a las relaciones sexuales entre menores.

Edad de consentimiento

El borrador, tal como está redactado a día de hoy, recoge que la edad del consentimiento sexual en menores para las relaciones con adultos se estipula a los 15 años. Sin embargo, tal y como anunció la ministra Ana Mato el pasado 29 de mayo, la propuesta del Gobierno consiste en elevar el límite de los 13 a los 16. Una medida que además había contado con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. Con todo, fuentes del ministerio reiteraron ayer que la edad límite de 16 años cuenta a día de hoy con el consenso entre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Justicia.

El aumento en la edad de consentimiento responde a las recomendaciones del Comité de Derechos del Niño de 2007. Unas medidas enfocadas a luchar contra la pederastia. No en vano, el límite de los 13 años suponía el más bajo de los países de nuestro entorno. Motivo por el cual distintos grupos parlamentarios habían solicitado una modificación. También el Consejo de Europa se había manifestado al respecto: por debajo de los 15 años, un menor no puede dar su consentimiento para mantener una relación sexual con un adulto.

Previamente, el pasado mes de abril, la ministra había presentado ante el Consejo de Ministros el Plan de Infancia y Adolescencia, que subía asimismo la edad para contraer matrimonio de los 14 a los 16 años. Una medida para la que es necesaria la modificación del Código Civil. De esta forma, tanto la edad mínima para casarse como para mantener relaciones sexuales se igualan en los 16 años.

Psicólogos y pediatras consultados por este periódico consideran oportuna también la regularización de las edades de consentimiento sexual entre menores. Sobre todo por uno de los puntos en los que incide el anteproyecto del Código Penal: el grado de madurez. Y es que no es lo mismo un preadolescente de 12 años que un joven que ya ha cumplido los 17, pues las diferencias físicas y psicológicas son notables. Por otro lado, muchos expertos considerarían deseable que se tuviera en cuenta la opinión de los progenitores. Sin embargo, agrupaciones como la Asociación para la Defensa del Menor (Aprodeme) aboga por la educación que reciben de los padres como principal herramienta para evitar las situaciones de riesgo, y no tanto por la regulación por parte del Estado.

El caso de El Salobral

Una de las razones que llevaron al Gobierno a legislar sobre la edad de consentimiento sexual estuvo motivada por el trágico suceso acaecido el pasado mes de octubre en la localidad albaceteña de El Salobral. Por aquel entonces, Juan Carlos Alfaro, de 39 años, asesinó a una menor de 13 años con la que mantenía una relación. Poco después, Alfaro, atrincherado en una caseta debido al cerco policial, decidió acabar con su vida disparándose en la cabeza. El hecho de que la menor estuviera en una edad en la cual las relaciones con un adulto entraban dentro de la legalidad abrió un debate entre la opinión pública. Ya entonces, Mato aseguró que crímenes como éste merecían «una reflexión de toda la sociedad» y que los menores debían contar con una «mejor protección».