Europa

Desempleo juvenil

El Consejo de la Juventud gasta las ayudas del Gobierno para criticarlo

Adscrito a Asuntos Sociales, ha utilizado más de un millón de euros en hacer política y atacar al Ejecutivo. Bajo el lema «Que no recorten tu voz», llama a los jóvenes a movilizarse en las redes sociales

«MERCHANDISING» INCLUIDO. Además de la movilización a través de las redes sociales, la campaña «Que no recorten tu voz» cuenta con sus propios «artículos», como puede verse en la imagen
«MERCHANDISING» INCLUIDO. Además de la movilización a través de las redes sociales, la campaña «Que no recorten tu voz» cuenta con sus propios «artículos», como puede verse en la imagenlarazon

El sindicato de estudiantes ha dado muestras suficientes que evidencian su marcado carácter político, por encima de los propios intereses de los alumnos. Con todo, ¿es posible que dentro del Estado exista una asociación de jóvenes con objetivos políticos? Parece una idea descabellada, pero no lo es: un ejemplo claro es el Consejo de la Juventud de España, que forma parte de la Administración general del Estado, constituye una entidad jurídica independiente –a pesar de estar adscrita a la Secretaría de Estado de Asuntos Sociales del Ministerio de Sanidad– y se nutre de fondos de los Presupuestos Generales del Estado.

«No es tarea fácil dirigir a personas; empujarlas, en cambio, es muy sencillo: que no recorten tu voz». Éste es el eslogan de la última campaña puesta en marcha por el Consejo de la Juventud. Pero no se queda ahí. «Precariedad laboral, desempleo, falta de acceso al derecho básico como es el de poder emanciparse o el acceso a una educación pública y de calidad... ¿Te suena?». Frases como esta, que podrían estar sacadas de los fanzines del sindicato de estudiantes, forman parta del díptico de la campaña de esta entidad juvenil, que aprovecha para llamar a la movilización por la Sanidad pública y la desaparición de los consejos de la juventud regionales. Ésta es sólo una de las iniciativas de desprestigio puestas en marcha en los últimos meses por la organización presidida por Ricardo Ibarra.

Así, en lugar de desarrollar los principios rectores del consejo –colaborar con los agentes sociales para conseguir una política juvenil global que dé respuesta a los problemas e inquietudes de los y las jóvenes y fomentar la participación y el asociacionismo juvenil y favorecer la consolidación de iniciativas que den respuesta a la juventud no asociada–, han centrado su «lucha» en hacer política reivindicativa contra el Gobierno.

Contra la «Ley Wert»

Además de la última campaña, han apoyado la última huelga general en España y en Europa, han criticado la reforma educativa que prepara José Ignacio Wert y le han acusado de haberla sacado adelante sin diálogo, y han propuesto que no se modifique la actual ley de salud sexual y reproductiva, entre otros temas. Ibarra, procedente del Consejo de la Juventud de Aragón, no se ha olvidado reclamar que no desaparezca la institución que le impulsó hasta el cargo que ostenta en la actualidad. Para lograr sus objetivos, se han reunido con organismos representativos a nivel político y laboral. En los últimos meses han mantenido encuentros con Comisiones Obreras, el Partido Socialista y CiU y este mes se encontrarán con los representantes de UPyD.

Para dar publicidad a sus reivindicaciones y promover la movilización contra el Ejecutivo, se valen de la subvención que el Gobierno les otorga vía Presupuestos Generales del Estado, que este año asciende a 1,5 millones, con una reducción cercana al 50 por ciento respecto a 2012.

A pesar de tener el mismo estatus que el Injuve, no está sometido a los mismos criterios de transparencia y no es posible comprobar los criterios necesarios para optar a las licitaciones y contrataciones, tal y como publicita el Injuve en su página web.

«El Consejo de la Juventud de España es una plataforma de entidades juveniles, creada por ley en 1983 y formada por los Consejos de Juventud de las Comunidades Autónomas y organizaciones juveniles de ámbito estatal» para «propiciar la participación de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural de nuestro Estado». Esta es la definición que el propio consejo hace de la institución en su página web.

En cambio, las más de 70 organizaciones juveniles representadas están «gobernadas» por una comisión permanente de ocho miembros muy poco representativa de la sociedad y sí de los grupos de izquierda. Esta comisión, encargada de tomar todas las decisiones, tiene como vicepresidenta a Elisabet Pérez, de la Federación estatal de Gays y Lesbianas. Javier Pueyo, de Comisiones Obreras, es el otro vicepresidente, y Joan Conca, de la Federacion de Asociaciones de Estudiantes Progresistas del Estado, Giner de los Ríos, cercana al PSOE.

El Consejo de la Juventud es un órgano independiente que nació en un momento, 1983, en el que se hacía imprescindible un organismo que aglutinara o fomentara la asociación entre los jóvenes. A día de hoy, con el avance de las nuevas tecnologías, las redes sociales, los teléfonos de última generación, no se hace tan necesaria la presencia de una institución de estas característas dentro de la organización del Estado.

Un activista contra la reforma laboral del Gobierno

Fue elegido presidente del Consejo de la Juventud (CJE) en 2010. Sin embargo, no fue hasta finales de 2011, coincidiendo con la victoria electoral del Partido Popular, cuando la voz de Ricardo Ibarra se hizo notar en mayor medida. Ya en febrero de 2012, el líder del CJE, de 28 años, anunció el apoyo total de este organismo a las movilizaciones contra la reforma laboral, por lo que animó entonces a la población joven de todas las ciudades españolas a participar en las protestas y «a luchar para que se retire» una iniciativa «inútil, injusta e ineficaz». De hecho, el propio Ibarra anunció entonces su intención de acudir a las movilizaciones que partieron desde la plaza de Neptuno hasta Cibeles.