Embarazo

El feto con microcefalia de Barcelona presenta otras dos anomalías

Los médicos le han detectado «cicatrices» en el cerebro además de los ventrículos cerebrales más grandes de lo que deberían.

Jaqueline, de Brasil, padeció zika durante su embarazo. Ahora ha sido madre de mellizos: uno ha nacido sano y el otro, con microcefalia. En un principio pensó que el médico se había equivocado
Jaqueline, de Brasil, padeció zika durante su embarazo. Ahora ha sido madre de mellizos: uno ha nacido sano y el otro, con microcefalia. En un principio pensó que el médico se había equivocadolarazon

Los médicos le han detectado «cicatrices» en el cerebro además de los ventrículos cerebrales más grandes de lo que deberían.

El Hospital Vall de’Hebron de Barcelona es el responsable del seguimiento de las cuatro mujeres embarazadas infectadas por zika en Cataluña. Cada dos semanas, como indica el protocolo, se les realiza una ecografía para comprobar el desarrollo del feto. Sin embargo, a una de ellas, en uno de estos reconocimientos, le detectaron que el nonato padecía microcefalia. Se lo han apreciado, como afirmó ayer el secretario de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPC), Joan Guix, entre la semana 19 y la 20. Pero para percibir esta anomalía en un estadío tan temprano, los obstetras han comprobado que existen otras malformaciones en el feto como calcificaciones periventriculares (cicatrices que el virus deja en el cerebro del feto) o que los ventrículos cerebrales son más grandes de lo que deberían (ventriculomegalia). Estas malformaciones son las que han dado la voz de alarma al equipo médico, ya que para conocer el perímetro craneal característico de la microcefalia (los bebés con microcefalia lo tienen anormalmente reducido) se debe esperar al tercer trimestre de gestación.

La paciente no sólo padece zika, sino que está coinfectada con dengue. «Cuando se dan estas dos enfermedades la probabilidad de malformación es más elevada», afirmó Guix. Y es que, a finales de la pasada semana, una de las embarazadas que se encuentran bajo seguimiento dio a luz y su bebé nació sano. Ésta sólo se había infectado con zika.

Anna Suy, obstetra especializada en gestación de alto riesgo del Vall d’Hebron, es una de las responsables de aplicar el protocolo de seguimiento a las mujeres que acuden al centro. «Vienen bastante tranquilas al principio, pero cuando les confirman que tienen zika y son conscientes, se asustan», afirma a este diario. ¿Cómo determinaron que el feto de una de sus pacientes padece microcefalia? «El documento de la Generalitat marca que si los análisis dan positivo en virus del Zika se les realicen ecografías cada dos semanas, así como neurosonografías», que detectan específicamente el desarrollo del cerebro. Es en esta última prueba donde «se ven las afectaciones dentro del cerebro», las malformaciones antes mencionadas que están ligadas a la microcefalia. «No detectamos que el perímetro sea más pequeño porque aún no está formado; vemos antes el contenido que el continente». Es decir, perciben las anomalías que no permiten que el cerebro se desarrolle correctamente. En este punto también se empieza a determinar a qué partes afectan estas alteraciones para que, una vez nazca, conocer qué funciones van a verse dañadas.

Tras determinar el perjuicio en el feto, «le planteamos a la mujer la posibilidad de hacerse una amniocentésis para comprobar si el virus sigue presente en el líquido amniótico», explica Suy. Asimismo, le explican a la gestante la posibilidad de interrumpir el embarazo por estas anomalías. En el caso de esta mujer, ella lo rechazó y sigue adelante. Esta posibilidad se mantiene a lo largo de todo el embarazo.

El principal problema al que se enfrentan los obstetras y pediatras es que «aún conocemos poco sobre la relación entre el zika y las malformaciones en el feto, por lo que todo parece, pero no tenemos confirmación plena», añade la obstetra del Vall d’Hebron.

Otra de las afecciones a las que apuntan los estudios científicos, pero del que aún falta más evidencia, es que «el virus del Zika puede perjudicar el impulso eléctrico del corazón y crear una especie de arritmia en la transmisión del latido», sostiene Sofía Fournier, miembro del equipo de Alto Riesgo Obstétrico y de la sección de Medicina Maternofetal del Servicio de Obstetricia del centro Salud de la Mujer Dexeus. Esta experta sostiene que «los fetos del 35% de las embarazadas con zika sufrirán microcefalia». En lo que respecta a en qué momento del embarazo la infección por zika es más peligrosa, Fournier explica que si ocurre en el tercer trimestre de embarazo «las consecuencias para el feto son más leves» porque su sistema nervioso ya está más formado. Por otro lado, el paso del virus trasplacenta en los primeros tres meses «es más difícil, pero si lo consigue es más grave». Por último, si la infección se produce en el segundo trimestre, «el traspaso es más fácil y las consecuencias son graves». Así lo han determinado a partir de su experiencia con otros patógenos como el citomegalovirus o la rubeola, que también afectan al sistema central del feto.

España es el segundo país europeo que registra un caso de microcefalia en el feto de una mujer embarazada con zikatras Eslovenia. «Lo esperábamos y sabemos que en verano tendremos casos autóctonos, ya que el mosquito que transmite el virus está presente en nuestro país», afirma Milagros García López Hortelano, coordinadora del Comité de Enfermedades Tropicales de la Asociación Española de Infectología Pediátrica de la AP. Es una de la autoras del protocolo contra el virus del Ministerio de Sanidad que, «en menos de mes y medio ya hemos tenido que actualizar», e insiste en «que se va a hacer un seguimiento de todos los bebés nacidos de madres con zika». Y es que los dos primeros años de vida marcarán su futuro.