Tribunales

El juez llama a declarar como testigo del caso Gabriel a la hija de Ana Julia Quezada

El magistrado Rafael Soriano llama a declarar en un auto a cuatro personas, que deberán comparecer en el Juzgado de Instrucción 5 de Almería el 10 de mayo

Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz
Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruzlarazon

El juez instructor de la causa por la muerte violenta del niño de ocho años Gabriel Cruz en Níjar (Almería) ha ordenado una nueva ronda de testificales y ha llamado a declarar como testigo a la hija de Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del menor, y que reside en Burgos.

En una providencia, consultada por Efe, el magistrado Rafael Soriano cita a la hija de Quezada, a un hermano de Ángel Cruz -padre del niño- y a otras dos personas para que declaren como testigos el próximo 10 de mayo a las 10:00 horas.

Esta ronda de testificales llega tras una primera tras una primera tanda celebrada los días 10 y 19 de abril, y en la que participaron el exnovio de Quezada, con quien regentó un establecimiento hostelero ubicado en Las Negras después de que ambos decidiesen trasladarse desde la ciudad de Burgos en la que residían y al que intentó implicar colocando una camiseta del niño en las inmediaciones de la depuradora de Las Negras, un amigo de la pareja, una menor que es prima Gabriel Cruz y su madre.

En la segunda jornada prestaron declaración en calidad de testigos una amiga de Ángel Cruz, el padre de Gabriel, otra persona relacionada con su entorno, el jefe del parque de bomberos de Almería y un agente de la Policía Local de Níjar que confirmó que la zona donde se encontró la citada camiseta había sido registrada horas antes del presunto hallazgo sin que diera resultado alguno. Todos sin excepción se ratificaron en sus manifestaciones ante la Guardia Civil.

Al margen de la hija de Quezada, están citados como testigos un familiar de Ángel Cruz y otras dos personas relacionadas con su entorno, según adelanta este miércoles el diario 'La Voz de Almería', que precisa que la hija de la autora confesa de la muerte del niño reside en Burgos y tendrá que responder previsiblemente sobre las conversaciones con su madre durante los 13 días en los que se prolongo la búsqueda de Gabriel.

La posibilidad de que la hija de la investigada, que reside en Burgos, tuviese que trasladarse a la capital almeriense a declarar fue anticipada el pasado 19 de abril tanto por los letrados de la dominicana como por los de los padres de Gabriel.

Según el auto que dictó el juez Soriano para ordenar el ingreso en prisión de Ana Julia Quezada por delitos de asesinato, detención ilegal y contra la integridad moral, esta asfixió al menor con sus manos siguiendo una "malvada voluntad".

El juez asegura que resulta "incuestionable"la participación de la detenida en la muerte del menor, "por cuanto no sólo es que ella misma haya reconocido tan luctuoso suceso, sino de que de las intervenciones acordadas judicialmente y pruebas recopiladas, se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen".

En este sentido, Soriano apunta que de las actuaciones judiciales se infiere, indiciariamente, que el 27 de febrero Ana Julia "aprovechó un momento temporal en el cual sabía que se iba a encontrar a solas con el niño, y que la abuela paterna no lo iba a controlar"para trasladarlo hasta la finca de su padre en Rodalquilar (Níjar, Almería) mediante engaños o la promesa de devolverlo pronto a jugar con sus primos.

Señala que se trata de un "lugar apartado y aislado, en el cual tranquilamente"podía llevar a cabo su "macabro plan criminal, asfixiándolo con sus propias manos hasta provocar su muerte".

Añade que tras esto lo desnudó parcialmente y lo trasladó hasta el jardín, donde "previamente había hecho un hoyo con una pala, enterrándolo a continuación".

Según Soriano, la mujer expresó su intención de "deshacerse del cuerpo en un invernadero"además de manifestar "expresiones vejatorias que no hacen sino acrecentar la carga de las pruebas incriminatorias contra la detenida y que revelan, presuntamente, una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado que, de ser ciertas sus palabras, serían de pura crueldad".