El Supremo confirma una condena a 20 años de cárcel a una madre por maltratar a su hijo

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la pena a 20 años de prisión a una madre que maltrató a su hijo "casi a diario"desde los cinco a los diez años. También condena a su expareja a 12 años de prisión. La mujer, de nacionalidad brasileña, se casó con el otro condenado y trajo a España en 2009 a otro hijo, nacido de una relación anterior, que vivía en su país. La Sala de lo Penal estima así "parcialmente"el recurso de casación interpuesto por la madre contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Cáceres que condenó a la madre a la penas de prisión citadas por los delitos de lesión con deformidad, lesiones a menor, violencia habitual, coacción y detención ilegal, según explica la Oficina de Comunicación del Tribunal Supremo en nota de prensa.

Además, la sentencia modifica las penas accesorias de comunicación y aproximación al menor, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela y curatela impuestas a la condenada por la Audiencia Provincial de Cáceres al ser superiores a las solicitadas por el Ministerio fiscal. También suprime la condena a la pena de privación de la patria potestad.

Asimismo, reduce de 17 a 12 años de prisión la pena impuesta al otro acusado, el padrastro del niño, por detención ilegal, violencia habitual y coacciones, pero le absuelve de un delito de lesiones con deformidad. En su caso también modifica las penas accesorias que le impuso la sentencia de la Audiencia Provincial de Cáceres.

La sentencia indica que ese relato es "estremecedor en la descripción de la sinrazón de una violencia ejercida sobre un ser indefenso por parte de quien debe ser garante de su desarrollo integral". Añade que fue la madre la que produjo "activamente"los resultados lesivos, las coacciones y fue ella quien "encerró al menor", pero señala que su entonces pareja, "estaba presente y no reaccionó en defensa del menor e incluso apoyó a la mujer en algunos de los episodios relatados". En este sentido, concluye que el acusado "no realizó ningún acto de protección a pesar de estar obligado a ello".

Hechos

Durante años la madre sometió al menor a "una permanente situación de violencia física, golpeándole con la mano o con otros objetos como mangueras o cinturones, incluso atándole cuando se portaba mal o no hacía lo que le exigía la condenada, que le trataba como un sirviente", explica la Oficina de Comunicación del Tribunal Supremo. Añade que "en una ocasión, le dio un golpe con una botella de agua helada que le provocó una fractura en el codo, pero en lugar de trasladarlo a un centro sanitario para su cura, la mujer y su entonces pareja le colocaron y entablillaron el hueso roto en casa".

Del mismo modo actuaron, según añade, "cuando la madre le hizo una herida en el pene que después le cosió con un hilo y una aguja". "La mujer llegó a encerrar a su hijo en una despensa sin ventanas de la que no podía salir, obligándole a comerse sus necesidades", explican las mismas fuentes. Los hechos salieron a la luz porque el menor "maltratado", que estaba junto a su hermano en un centro de protección, "no quería ducharse después de volver de pasar un fin de semana con sus padres".