Lenguaje

En Aragón ya no hay «niños»; ahora son «infantes»

El Ejecutivo socialista ha publicado un «libro de estilo» para promover el lenguaje inclusivo entre sus funcionarios.

En Aragón ya no hay «niños»; ahora son «infantes»
En Aragón ya no hay «niños»; ahora son «infantes»larazon

El Ejecutivo socialista ha publicado un «libro de estilo» para promover el lenguaje inclusivo entre sus funcionarios.

La polémica está servida. Y, una vez más, tiene por objeto el lenguaje inclusivo, un asunto sobre el que no hay unanimidad ni entre los lingüistas. En esta ocasión, el objeto de las críticas es el Gobierno de Aragón, que dirige el socialista Javier Lambán. En los últimos días, el Ejecutivo regional ha distribuido entre los funcionarios un manual que han titulado «Lenguaje inclusivo con perspectiva de género». El punto que ha hecho saltar la alarmas es el que exige a los trabajadores públicos no emplear el término «hombre» en el entorno laboral por considerarlo «sexista». Esta recomendación se extiende tanto a los individuos de género masculino como a todos los humanos en general.

El manual incide en la connotación negativa de el término «hombre» –y también de su plural, «hombres»– por ser sexista. Por el contrario, a ojos de los que han elaborado el texto, «mujer» sí que es un término aceptable. El Gobierno aragonés pretende que este «libro de estilo» sea seguido por los 50.000 funcionarios que hoy en día componen el plantel de la administración aragonesa. Incluye también todos los organismos y empresas públicas que dependen del mismo.

Textualmente, en uno de los primeros capítulos del manual se cita que «la primera y principal recomendación es que su uso se restrinja a su significado de “persona(s) de género masculino” y que, preferiblemente, se emplee varón y varones en su lugar». Es decir, que el Gobierno tampoco aconseja el uso del término «hombre» para referirse a los individuos de sexo masculino. En total, el texto está compuesto por unas 60 páginas.

Para los casos en los que el funcionario se quiera referir a un conjunto de individuos en los que se incluyan personas de ambos sexos, el texto del Ejecutivo aragonés impone el uso de términos menos «sexistas» que «los hombres»: su recomendación es el empleo de «las personas», «el ser humano», «la humanidad», «la población», «la gente», o incluso términos tan poco coloquiales como «el género humano» o «la especie humana».

En la introducción del texto, los autores afirman que el lenguaje «no es una mera herramienta mediante la cual expresamos y comunicamos nuestros pensamientos. El lenguaje construye nuestro pensamiento y a través de él entendemos el mundo y construimos y extendemos nuestra cultura».

Otros ejemplos

Pero el de «los hombres» no es el único ejemplo que el Gobierno de Aragón incluye en este libro. Otros de los que, según los dirigentes socialistas, están perseguidos por la sombra del sexismo son el genérico «niño» (que se debe sustituir por «el o la infante», «la criatura» o «la infancia»), tanto «profesor» como «profesora» (que se deben sustituir por otras expresiones genéricas como son, por ejemplo, «el profesorado» o «el cuerpo docente»). También se incluye el sustantivo «presos» (mejor «población reclusa»).

Esta es tan solo una propuesta más de las que el Gobierno de Aragón ha elaborado dentro de su plan de choque en favor de la igualdad de género. Lo firma José Luis Aliaga Jiménez, profesor titular del área de Lingüística General e Hispánica de la Universidad de Zaragoza.

Este texto choca de forma frontal con la postura que ha mantenido la Real Academia de la Lengua Española (RAE) desde que desde ciertos sectores de la sociedad se empezó a promover el uso del lenguaje inclusivo en los estamentos públicos. En la presentación del primer manual de estilo del idioma español el pasado mes de noviembre, su director honorario, Víctor García de la Concha, reniega de estas fórmulas.