Energía nuclear
Endesa respeta y asume la decisión del Gobierno de no reabrir Garoña
La central burgalesa está gestionada por Nuclenor, sociedad coparticipada al 50 % por Endesa, que abogaba por volver a ponerla en marcha.
Endesa seguirá defendiendo la necesidad de proceder a la operación a largo plazo de las demás nucleares españolas y recuerda que si no se alarga su vida útil más allá de los 40 años no será posible cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos para 2030 y 2050.
Endesa, copropietaria de la central de Garoña, ha asegurado hoy que respeta y asume la decisión del Gobierno de no autorizar la vuelta al funcionamiento de la planta nuclear, así como que ejecutará todas las operaciones conducentes a su desmantelamiento.
La central burgalesa está gestionada por Nuclenor, sociedad coparticipada al 50 % por Endesa, que abogaba por volver a ponerla en marcha; e Iberdrola, que públicamente reconoció no tener interés en volver a operarla y pidió a su socio que desistiera en la petición al Gobierno para reabrirla.
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha basado la decisión de no autorizar la reapertura en que las inversiones necesarias para ello serían muy significativas, así como en que su aporte al sistema energético es poco significativo, entre otros motivos.
Fuentes de Endesa han recordado que durante todo el proceso han mantenido la misma posición, constante y coherente, de no desistir de la solicitud de renovación de la autorización y facilitar que el Gobierno adoptara una decisión.
Así, en la última reunión del consejo de Nuclenor, celebrada el pasado 19 de julio, propuso presentar una serie de alegaciones, en el marco del proceso abierto por el Ministerio de Energía sobre la reapertura, tendentes a hacer viable económicamente la explotación de la planta, lo que fue rechazado por Iberdrola.
"Una vez que el Gobierno ha decidido definitivamente denegar la continuidad de la planta, la actitud de Endesa no puede ser otra que respetar y asumir esa decisión, colaborar lealmente en su cumplimiento y, por consiguiente, ejecutar todas las operaciones conducentes al desmantelamiento seguro de la instalación", han afirmado las mismas fuentes.
No obstante, la eléctrica subraya que Garoña, que lleva parada 5 años en los que ha acumulado pérdidas de 360 millones de euros, no puede suponer en ningún caso "precedente o referencia alguna para la viabilidad técnica y económica del resto de las centrales nucleares españolas".
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en su informe de febrero dejó "muy claro"que Garoña estaría en condiciones técnicas de funcionar con plenos requisitos de seguridad si se hicieran en ella una serie de inversiones que serían perfectamente realizables, han subrayado desde Endesa
"Tal conclusión debería ser extrapolada, en buena lógica, a la consideración sobre la operación segura del resto de las centrales nucleares, todas ellas más modernas que Garoña y que ya han ejecutado las inversiones que le han sido exigidas.
Así, Endesa seguirá defendiendo la necesidad de proceder a la operación a largo plazo de las demás nucleares españolas y recuerda que si no se alarga su vida útil más allá de los 40 años no será posible cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos para 2030 y 2050 y se producirá un fuerte incremento de los precios eléctricos.
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