
Tóxicos
Este es el lugar donde se encuentra la flor más venenosa: crece cerca de nosotros, ten mucho cuidado
Aunque es una especie bastante común en el entorno mediterráneo, tiene una gran toxicidad

En el vasto mundo natural, algunas especies vegetales despiertan tanto fascinación como preocupación. La delgada línea entre lo ornamental y lo peligroso es a menudo ignorada, especialmente cuando la apariencia de ciertas plantas oculta su verdadera naturaleza. En diversos rincones del planeta, conviven en jardines públicos y privados especies que, lejos de ser inofensivas, representan un riesgo latente para la salud humana y animal.
Este fenómeno plantea interrogantes urgentes sobre el conocimiento popular, la regulación de especies tóxicas y la necesidad de una mayor conciencia botánica. El desconocimiento, sumado a la popularidad estética de algunas flores, ha permitido que ciertas plantas peligrosas se integren sin resistencia en nuestros entornos urbanos y rurales.

Aunque la mayoría de las plantas que utilizamos en España como decoración o que encontramos por las avenidas suelen no presentar demasiados peligros, una de las flores más venenosas del mundo se encuentra precisamente en el entorno mediterráneo. Es necesario conocer más sobre ella para evitar posibles peligros y situaciones de riesgo, dada su alta toxicidad.
Este es el lugar donde se encuentra la flor más venenosa: crece cerca de nosotros, ten mucho cuidado
Se trata de la Nerium oleander, comúnmente conocida como adelfa, laurel rosa, o simplemente oleandro, es una planta ornamental muy popular por sus flores llamativas y su resistencia a climas adversos. Pero detrás de su belleza se esconde un lado oscuro: es una de las plantas más venenosas del mundo. La adelfa es un arbusto perenne originario de la región mediterránea y del suroeste asiático.
Sus flores pueden ser de color rosa, blanco, rojo o amarillo, y florecen durante gran parte del año, especialmente en climas cálidos. Es muy utilizada en jardinería y paisajismo urbano, ya que resiste muy bien la sequía, tolera la contaminación ambiental y requiere poco mantenimiento. Sin embargo, se encuentra entre una de las especies vegetales más tóxicas del planeta.
Todas sus partes presentan compuestos venenosos, tanto las hojas como las flores o los tallos, incluso las semillas y la savia. Contiene glucósidos cardíacos como la oleandrina y la neriina, compuestos similares a la digitalina, que afectan directamente el corazón. Puede causar náuseas, vómitos, diarrea, arritmias, y en situaciones más extremas paradas cardíacas o incluso la muerte.

Las adelfas tiene una capacidad tóxica tal que incluso inhalar el humo de sus hojas al quemarlas puede causar problemas de salud. Usar las ramas de este arbusto para asar la comida, ya sea para quemarlas o como brochetas, ha provocado envenenamientos graves. Además, se han llegado a reportar casos en los que se han producido intoxicaciones mortales tanto en personas como en animales (como perros, gatos o ganado).
Estos arbustos se encuentran en climas templados y cálidos, y son muy comunes tanto en España como en países de nuestro entorno (Italia, Grecia, Turquía), así como en el Norte de África y algunas partes de Oriente Medio o de América. Puede verse en numerosos parques y jardines, bordes de carreteras o riberas de ríos en zonas secas.
Ya en la Antigua Roma, las adelfas eran conocidas y temidas por su veneno. Esta dualidad entre la belleza y la mortalidad ha hecho que la planta forme parte de diversas leyendas, literatura y arte. Si se conoce que existen adelfas en casa o cerca del hogar, nunca se debe permitir que los hijos o las mascotas jueguen cerca. El uso de guantes para podarlas o manipularlas es estrictamente necesario, y no se deben usar sus ramas para cocinar ni hacer fuego.
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