
Jardinería
Las tres flores que debes plantar en las zonas de sombra de tu jardín: resistentes, coloridas y fáciles de cuidar
Una recomendación inesperada de un experto en jardinería está cambiando la forma en la que cuidamos nuestros espacios exteriores

Con la primavera abriéndose paso y los días alargándose, los jardines empiezan a reclamar protagonismo. Es esa época en la que desempolvamos las herramientas, sacamos las sillas al sol y buscamos cómo revivir cada rincón verde que nos rodea. Sin embargo, hay una zona que a menudo se queda fuera de los planes, la sombra.
Revolución viral
Lejos de ser un problema, las áreas sombrías pueden convertirse en los rincones más sorprendentes del jardín si sabemos qué plantar. Así lo afirma Ish, un conocido jardinero que comparte sus conocimientos en la plataforma TikTok bajo el nombre @gardening.with.ish. Recientemente, ha revolucionado a sus seguidores con un consejo super sencillo: plantar tres tipos de flores específicas en zonas poco soleadas para obtener resultados espectaculares.
Eléboro: la flor que no teme a la oscuridad
El primer nombre que Ish saca a relucir es el del eléboro, una planta robusta y elegante que parece hecha para reinar en la penumbra. Crece sin problema tanto en macetas como en el suelo y prefiere los ambientes frescos y con sombra parcial.
Aunque puede tolerar el sol directo, su condición ideal es un suelo húmedo de forma constante, lo que le permite florecer con fuerza. Además, sus hojas verdes y brillantes se mantienen atractivas durante todo el año, añadiendo textura y vida incluso en los meses más fríos.
Lo más llamativo del eléboro es su floración invernal, justo cuando el resto del jardín duerme. Sus flores, en tonos blancos, rosados y rojizos, se convierten en un soplo de color que rompe la monotonía del invierno. Una apuesta segura para quienes no quieren que su jardín pierda belleza ni siquiera en los días más grises.

Prímulas: pequeñas guerreras multicolor
Las prímulas son otras candidatas perfectas para las zonas en sombra, y no solo por su apariencia delicada. Estas flores, lejos de ser frágiles, resisten sin problema el invierno y florecen con intensidad tanto en sombra parcial como en sol moderado. Aunque toleran bien la luz solar directa, en climas calurosos agradecen la frescura de la sombra, donde pueden mantenerse vibrantes durante más tiempo.
Es habitual verlas en zonas boscosas o laderas protegidas, lo que demuestra su afinidad natural con los ambientes sombríos. Por lo que con flores que abarcan desde el amarillo intenso hasta el violeta profundo, las prímulas añaden diversidad cromática en macizos, bordes y macetas. Una elección ideal para quienes desean colorido sin complicaciones.

Hortensias: la exuberancia que florece sin sol
Míticas, exuberantes y fotogénicas, las hortensias se desarrollan de maravilla en entornos con poca luz. Algunas variedades incluso prefieren la sombra total, especialmente en regiones donde el verano castiga con temperaturas altas.
Estas plantas agradecen el sol de la mañana, pero requieren sombra por la tarde para evitar el estrés hídrico. Su secreto está en un suelo húmedo y rico en materia orgánica: con estos cuidados, sus racimos florales pueden alcanzar un tamaño impresionante.
Además, las hortensias tienen un rasgo casi mágico, ya que su color puede variar según la acidez del terreno, virando del azul al rosa o al violeta según el pH. No solo aportan belleza, sino también dinamismo, haciendo que cada temporada sea una sorpresa.

Más opciones para jardines con sombra
Ish también menciona otras especies que pueden prosperar en zonas con poca luz y complementar las opciones principales. Algunas de ellas son:
- Astilbes, con sus plumas florales en tonos pastel, ideales para aportar altura y textura.
- Corazones sangrantes (Dicentra spectabilis), cuyas flores en forma de corazón cuelgan como joyas en zonas frescas.
- Helechos, perfectos para crear un ambiente frondoso y natural con un mantenimiento mínimo.
El truco está en observar y adaptar
El éxito en un jardín sombrío no está solo en elegir la planta correcta, sino en observar bien cada rincón. ¿Recibe sol por la mañana o por la tarde? ¿La tierra retiene bien la humedad? Estas son las preguntas clave.
Cada flor tiene sus preferencias, pero conocer las reglas básicas, como que las hortensias prefieren la sombra de la tarde o que los eléboros odian la sequía, puede marcar la diferencia entre un jardín mediocre y un paraíso oculto bajo las hojas.
Redescubre tu sombra
Las zonas con sombra ya no tienen por qué ser el rincón olvidado de tu jardín. Gracias a plantas como el eléboro, la prímula o la hortensia, esos espacios pueden convertirse en verdaderos protagonistas. Sólo hace falta saber mirar y, como dice Ish, atreverse a plantar diferente. El resultado puede ser sorprendente, tanto flores vibrantes donde nadie espera color, como vida donde parecía no haber nada.
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