Estrés en los animales por las altas temperaturas

Con el calor, las vacas se estresan y producen un 20% menos de leche y los pollos pierden hasta 300 gramos de peso.

El calor extremo no sólo afecta a los humanos. «De Madrid para abajo es un desastre. Tenemos preparadas las granjas para hacer frente al calor hasta cierto punto, no para las temperaturas que estamos registrando estos días», explica Román Santalla, responsable de Ganadería de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). En el caso de las vacas, «la temperatura ideal externa para ellas es entre 20 y 22ºC. Cualquier temperatura menor, incluso bajo cero, la aguantan, porque lo que hacen es comer más. El problema empieza con temperaturas superiores a 30ºC. Para refrescarse beben más y comen menos, por lo que se debilitan. A partir de 38-40ºC beben agua constantemente y comen bastante menos: en vez de beber 80-100 litros de agua al día beben 200 litros y en vez de comer entre 23 y 24 kg de materia seca ingieren 18-20». De ahí que con estas temperaturas tan extremas «produzcan un 20% menos de leche o incluso menos por el estrés por calor», precisa Santalla.

En la segunda ola de calor del año, las temperaturas elevadas afectan «sobre todo a Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid, donde las granjas de ganado vacuno de leche suponen el 15% de la producción anual. Es decir, aproximadamente 800.000 toneladas anuales de leche o 2,2 millones de litros diarios». A tenor de estos datos, el estrés producido por el calor hará que «la producción caiga drásticamente en unas 2.000 o 3.000 toneladas, y a lo mejor me quedo corto», asegura Santalla, que recuerda que la primera ola de calor del año, supuso una merma en la producción de entre 12.000 y 20.000 toneladas de leche. Una vez que bajen las temperaturas, las vacas se recuperan, pero no del todo hasta que no vuelvan a parir al año siguiente. Así que «en vez de producir 30-32 litros de media al día por vaca (algunas producen 40), con el calor producirán 23,8 y cuando suban las temperaturas unos 28-29 litros. También baja la riqueza en grasas y materia proteica de la leche entre un 20 y un 30%».

El estrés por el calor también afecta a las «cabras, que aguantan un poco mejor que las vacas, así como a los pollos, que han de estar a 30-32ºC». A mayor temperatura pierden peso. «Si los pollos suelen pesar unos 2,4 kg, con el calor pueden pesar entre 200 y 300 gramos menos. Y ese peso es difícil que se recupere, porque en 50-55 días antes de su sacrificio no da tiempo». Una reducción de ganancias que se suma al coste de los sistemas de refrigeración, «que pueden duplicar o triplicar el gasto de energía».