Salud

El frío mata más gente que el calor: 7 consejos para protegernos de las bajas temperaturas

Las temperaturas gélidas se relacionan con enfermedades respiratorias de carácter infeccioso, si bien hay también un aumento de la mortalidad relacionada con las patologías cardiovasculares

Dos presonas se protegen del frío con abrigos y gorros mientras pasean
Dos presonas se protegen del frío con abrigos y gorros mientras paseanRicardo Rubio / Europa PressEuropa Press

La mortalidad atribuible a las olas de frío (1.050 muertes al año) es "solo ligeramente inferior" a la causada por las olas de calor (1.300 fallecimientos anuales), por lo que el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha, un año más, el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas, a fin de proteger a la población.

El frío intenso afecta negativamente a la salud, aunque solo en casos extremos produce efectos como la hipotermia o la congelación. En cambio, es más frecuente el sobre-estrés del organismo, que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable. También, se producen más accidentes de tráfico y caídas por placas de hielo, así como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono a partir de estufas de gas o braseros.

En todo caso, los efectos de las bajas temperaturas no suelen ocurrir de una forma tan aguda y repentina como en el caso de las altas temperaturas. Según Julio Díaz, codirector de la Unidad de Cambio Climático de la Escuela de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), “hay una temperatura mínima diaria, que varía de un lugar a otro, por debajo de la cual la mortalidad invernal aumenta de forma brusca; es lo que se denomina temperatura de definición de ola de frío”.

El experto explica que la mortalidad diaria en los meses de invierno es superior a la que se produce en verano, y el efecto de una ola de frío se manifiesta hasta 14 días después debido, en parte, a enfermedades respiratorias de carácter infeccioso y a un aumento de mortalidad por patologías cardiovasculares.

El codirector de la Unidad de Cambio Climático del ISCIII recuerda que “el impacto de las olas de frío no va a desaparecer en un entorno de cambio climático”. Y ante esta situación, hace hincapié en una serie de recomendaciones:

1- Vacunación contra la gripe en las personas mayores de 65 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos).

2- No tomar medicamentos sin receta médica, ya que algunos fármacos precipitan los problemas derivados de la exposición al frío

3- Consumir una alimentación variada y beber líquidos, sobre todo agua y bebidas calientes.

4- En el exterior, respirar por la nariz y no por la boca ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y disminuye el frío que llega a los pulmones.

5- Vestirse con varias capas de ropa fina ya que protegen más que una sola gruesa al formar cámaras de aire aislante entre ellas.

6- En caso de utilizan braseros en casa o chimenea es conveniente ventilar la casa, al menos dos ocasiones al día durante 15 minutos cada una de ellas, para asegurar la renovación del aire.

7- Mantenerse informado de las previsiones meteorológicas.