La opinión de Marta Robles
Tu hijo es un asesino
¿Trataría de estar al lado de su hijo pese a sus acciones o intentando comprenderlas?
Imaginen que un día encienden la televisión y se encuentran el rostro de su hijo a plena pantalla. Imaginen también, que una voz en off cuenta que él (su hijo), ha asesinado, desmembrado y esparcido los restos del cadáver de una persona por diversos lugares de un país lejano…Su hijo.
Ese mismo chico guapo y atlético que solo unos años antes fue el niño precioso del que conservan una colección de fotos con cada uno de sus momentos más enternecedores. El joven del que suelen presumir enseñando sus instantáneas y contando sus progresos en la vida. El hombre que por fin empieza a encontrar su camino y a soltarse de su mano, sin romper el vínculo. Su hijo. Lo mismo da que ustedes sean famosos o anónimos. Que tengan relevancia social o carezcan de ella. Es su hijo amado. Y también, según dicen, un asesino.
Superen el «shock» inicial y díganse a sí mismos la verdad. ¿Qué harían? ¿Lo condenarían? ¿Lo abandonarían? ¿O tratarían de estar a su lado pese a sus acciones o intentando comprenderlas? El caso de Rodolfo Sancho, actor querido y admirado, y de su hijo Daniel no es el único. Todos los asesinos tienen padres. La historia de Daniel, expuesta a los ojos del mundo entero con más interés y morbo si cabe, por ser hijo y nieto de actores españoles, tiene una vertiente aterradora más allá del propio crimen, atroz, y es el doloroso asombro de sus padres, la incredulidad y la impotencia. «¿Qué hicimos mal?» Es posible que se preguntaran al enterarse o volando rumbo a Tailandia para contratar un abogado, que difícilmente podrá evitar una condena de muerte o de cadena perpetua en una cárcel espeluznante. Imaginen que su hijo es un asesino…
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