Ministerio de Sanidad
Un hombre hospitalizado en el Carlos III como posible caso de fiebre hemorrágica
La enfermera hospitalizada está estable dentro de la gravedad
Una de las personas que permanecía bajo vigilancia por haber tenido contacto con los dos afectados por el virus Crimea-Congo ha sido aislado tras presentar fiebre.
Una de las personas que permanecía bajo vigilancia por haber tenido contacto con los dos afectados por el virus Crimea-Congo (el hombre fallecido y la enfermera que lo atendió) ha sido aislado tras presentar fiebre, a la espera de que los análisis determinen si se trata de un nuevo caso de fiebre hemorrágica o no.
Se trata de un varón que ha sido ingresado en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III, a donde ha sido trasladado en ambulancia del SUMMA 112 guardando las medidas de aislamiento protocolizadas, según ha informado la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Sanidad ha señalado, además, que el número de personas que se encuentran bajo vigilancia por haber tenido algún contacto con los dos afectados se ha reducido de 282 a 148.
Estos contactos, que permanecen asintomáticos, son observados durante un periodo de 21 días tras la fecha de la exposición posible a la infección, semanas durante las que se registra su temperatura corporal dos veces al día y se investiga cualquier síntoma sospechoso relacionado con la enfermedad.
Una de esas personas es la que ha presentado fiebre y se ha determinado su aislamiento a la espera de que se confirme si está infectada por el virus.
A su vez, la enfermera contagiada por el virus de Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo (EFHC) continúa "estable dentro de la gravedad"y también está ingresada, desde el pasado 28 de agosto, en el Hospital La Paz-Carlos III.
Esta sanitaria es el segundo de los dos casos confirmados de EFHC, que son los primeros que se detectan en España y en Europa Occidental.
El único fallecido es un hombre de 62 años que murió el pasado 25 de agosto en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde fue trasladado desde el Infanta Leonor tras sufrir la picadura de una garrapata mientras paseaba por el campo en Ávila.
En el Infanta Leonor tuvo lugar el contagio de la enfermera que lo atendió.
Tras la confirmación de estos dos casos se creó un Comité Técnico de Expertos Crimea-Congo, formado por especialistas de la Consejería de Sanidad, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y catedráticos de Salud Pública, al tiempo que se alertó a la autoridades sanitarias internacionales.
Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comparte información con las autoridades sanitarias españolas y sigue de cerca la evolución de la enfermera contagiada y de las personas que estuvieron en contacto con los afectados.
Además, en colaboración con todas las comunidades autónomas, se ha elaborado un Protocolo de Vigilancia de la Fiebre Hemorrágica por Virus Crimea Congo.
El virus de la FHCC se transmite a través del ganado o las garrapatas, y el contagio entre humanos puede ocurrir por un contacto cercano con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de una persona infectada.
Se trata de una enfermedad endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia que, según expertos, ha llegado a España a través de aves migratorias.
No existe vacuna ni para las personas ni para los animales y el tratamiento para los enfermos es de soporte vital y la administración de ribavirina, un antiviral de amplio espectro que ha demostrado una muy buena respuesta ante estos casos.
Los síntomas habituales son fiebre repentina, dolor de cabeza, mialgias y mareos y la duración es de unos 4 o 5 días.
También pueden presentarse diarrea, náuseas o vómitos, así como hiperemia de cara, cuello o tórax, cogestión ocular o conjuntivitis.
En su evolución clínica normalmente hay signos de hepatitis, y los pacientes muy graves pueden sufrir un rápido deterioro renal, o insuficiencia hepática o pulmonar repentina después del quinto día de enfermedad.
La mortalidad asociada a la FHCC oscila entre el 5 y el 40 por ciento y el fallecimiento suele producirse durante la segunda semana.
Entre los pacientes que se recuperan, la mejoría comienza generalmente al noveno o décimo día tras la aparición de la enfermedad.
Efe
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