Inquietante

El caso de la niña inglesa Madeleine McCann viene originando titulares de prensa regularmente. El 3 de mayo de 2007, la menor desapareció de un apartamento del complejo turístico de Praia da Luz, en Portugal, cuando sus padres cenaban en un restaurante a escasa distancia. Desde entonces, las conjeturas de todo tipo se han disparado.

La primera fue puesta en circulación por el entonces inspector de la Policía lusa, Goncalo Amaral, que investigó oficialmente el caso. El agente escribió, una vez jubilado, un libro donde acusaba a los padres de la menor de ser los responsables de la desaparición de su hija, fingir su secuestro y esconder luego el cadáver. Esta tesis, no obstante, fue desautorizada por las autoridades portuguesas.

Ahora, casi siete años después, surge de nuevo otra teoría más, de la mano de Scotland Yard. Para los detectives británicos la cronología de acontecimientos ha estado mal planteada desde el principio. Los policías londinenses creen que se trató de un grupo de ladrones comunes que al entrar durante la noche en el apartamento portugués despertaron a la niña y, presos del pánico, se la llevaron con ellos en su huida. Los datos de los teléfonos móviles de los sospechosos avalarían esta hipótesis, que aún está por validarse. Con todo, ya sea un secuestro circunstancial o premeditado, una cosa es cierta: el tiempo corre en contra de la vida de niña. Se han dado casos recientes de secuestradores que han mantenido a sus víctimas cautivas durante años, pero si consideramos la teoría de Scotland Yard, de que se trata de simples ladrones sin infraestructura, el desenlace no parece muy favorable para la menor. Ojalá nos equivoquemos.

*Pte. de la Sociedad Científica Española de Criminología. Profesor de Fenomenología Criminal de Uned- Iugm