Salud
La contaminación atenúa los beneficios del deporte
El ejercicio físico ayuda a su vez a contrarrestar los efectos nocivos para la salud que se derivan de respirar aire con polución
El ejercicio físico ayuda a su vez a contrarrestar los efectos nocivos para la salud que se derivan de respirar aire con polución
Hacer ejercicio es bueno para la salud prácticamente en todas las circunstancias. Pero si el deporte se practica con altos niveles de contaminación, como los que a menudo afectan a las grandes ciudades, los beneficios de la actividad física pueden quedar seriamente reducidos. Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y que ha sido publicado en la revista «Environment International».
Exponerse a la polución atmosférica antes y después del ejercicio reduce los efectos beneficiosos del mismo. Así al menos se deduce del estudio llevado a cabo sobre treinta personas sanas a las que se ha realizado un exhaustivo seguimiento durante cuatro días.
El trabajo se realizó en circunstancias reales. Los participantes realizaron dos horas de rutina que incluía fases de ejercicio intermitente y de descanso en escenarios con mucho tráfico de automóviles y en escenarios libres de tráfico. En todos los casos se tomaron medidas de la función respiratoria mediante espirometría antes, durante y tras el ejercicio y se compararon entre sí.
Los resultados fueron clarificadores. Los treinta participantes experimentaron un aumento de su capacidad respiratoria después del ejercicio. Se determinaron mediante el análisis del llamado coeficiente VEF1/FVC, un parámetro que se utiliza en espirometría para evaluar la capacidad pulmonar de un paciente y se refiere al volumen máximo de aire que se espira en un segundo. Este dato demuestra que, efectivamente, el ejercicio físico tiene efectos evidentes en la función de las vías respiratorias, que ese efecto es positivo y que se extiende incluso varias horas después de hacer deporte.
Pero la exposición a ciertos niveles de contaminación ambiental atenuó estos efectos positivos. En concreto, el aumento en una sola unidad de partículas contaminantes en el aire (que corresponde a una microgramo más por metro cúbico de aire) provocaba una disminución de 1,3 mililitros de volumen de aire espirado.
Parece obvio que las partículas que constituyen la contaminación atmosférica compensan negativamente los efectos del deporte. Ya se sabía gracias a anteriores investigaciones que la práctica del ejercicio expone a los participantes a las consecuencias de la polución. De hecho, una de las primeras medidas que se toman en las ciudades cuando existen picos de contaminación es recomendar a los deportistas que reduzcan su actividad durante esas horas o días. Pero este trabajo ha medido por primera vez el grado de afectación sobre la actividad física de los cielos contaminados.
Otro punto derivado de este estudio barcelonés parece incluso más sorprendente. Si bien es cierto que la contaminación reduce los beneficios del deporte, también lo es que practicar deporte es mejor opción que no hacer nada. Al parecer, cuando una persona es expuesta a altos niveles de polución y, más tarde, realiza ejercicio moderado, se reducen los efectos de las partículas contaminantes. El flujo de estas micropartículas en el aire espirado se reduce. En otras palabras, hacer ejercicio compensa los efectos negativos de la contaminación.
Parece una pescadilla que se muerde la cola y de la que aún tendremos mucho que aprender. Aunque nadie niega las virtudes del deporte, es evidente que hacerlo en circunstancias de alta polución es mucho menos beneficioso. Pero el efecto contrario también se ha demostrado: cuando un ciudadano soporta grandes cantidades de contaminación, practicar ejercicio después de haber inhalado el aire sucio puede atenuar las consecuencias indeseadas de la polución.
Habrá que seguir profundizando en la extraña relación existente entre deporte y contaminación atmosférica para poder diseñar mejores políticas de alerta en entornos que parece que no se libran de la polución, por mucho que lo intenten.
Jorge Alcalde. Director de «Quo»
✕
Accede a tu cuenta para comentar