La «tribu rata» que vive bajo tierra en China

Zhang Qiuli y Zhano Dan forman parte de la denominada “tribu rata”, personas que viven en los sótanos y refugios antiaéreos de Pekín.

Zhang Qiuli y Zhano Dan forman parte de lo que la prensa china llama con desprecio "tribu rata", un colectivo de personas que viven en la red de sótanos y refugios antiaéreos de Pekín, informa CNN. La primera es esteticien. La segunda, dejó a su hijo a miles de kilómetros para intentar iniciar una nueva vida en la capital china. De momento, se tiene que conformar con vivir en una una habitación en la que apenas cabe una cama. Estas perfonas forman parte del grupo de migrantes que no pueden permitirse pagar una vivienda privada y que no tienen acceso a las viviendas sociales del Gobierno porque no pueden obtener el permiso de residente oficial. No hay cifras oficiales, pero las estimaciones indican que puede haber más de un millón de personas viviendo bajo el suelo de la capital.

La fotógrafa Sim Chi Yin ha documentado su vida durante los últimos cinco años: "Tenía la corazonada de que eran gente normal, pero en realidad es gente muy excéntrica, la mayoría son algo jóvenes y todos aspiran a lograr ascender dentro de la escala social".

Sim indicó que vivir en el subsuelo no es tan "sucio"como dicen los medios. Algunas personas usan condensadores de humedad en verano y durante el invierno hace menos frío que en las casas de la superficie. "El espacio para vivir podría parecer bastante patético. Cuando llegué tuve ese sentimiento de lástima pero descubrí que la gente aprovecha al máximo su vida ahí abajo".

Una ciudad subterránea

Annete Kim, profesora de la Universidad del Sur de California, realizó un mapa de la ciudad subterránea de Beijing tras estudiar más de 7.000 anuncios de alquiler en internet. Descubrió que el tamaño medio de los habitáculos es de 9,75 metros cuadrados y que la renta media era de 70 dólares al mes. Sin embargo, cree que estas rentas eran las más altas de todas las que había disponibles.

Para Kim es difícil saber exactamente cuánta gente vive en esta clase de vivienda informal. Las estimaciones van de las 200.000 personas a los dos millones. Por ello, cree que un millón es una estimación razonable.

La norma dispone que todos los edificios que se construyen en Beijing deben tener sótanos (inicialmente era una política de defensa nacional cuando se implementó en la década de 1950), y hasta 2010 era totalmente legal vivir en esos espacios siempre que cumplieran con las normas de construcción.

Sin embargo, la política oficial ahora es desalojar estos lugares, pero no se aplica equitativamente, dice Kim. La cantidad de anuncios de alquiler de vivienda subterránea creció durante 2013, año en el que investigó el fenómeno.

Las alternativas de bajo costo incluyen viviendas en "aldeas urbanas"a las afueras de Beijing. Pero Kim señala que "ellos preferirían vivir bajo tierra que hacer largos trayectos y les permite tener dos empleos".

Kim descubrió que la "tribu rata"interactuaba poco con la sociedad que viiven en la superficie. "La gente que vive arriba prefería estar lo más separada posible y aumentó el temor a estas personas".