Almería

El exoplaneta a miles de años en el que podrían vivir superballenas

Un equipo científico internacional, en el que han participado varios investigadores españoles, ha descubierto tres nuevos exoplanetas. El más lejano podría estar en zona habitable

Recreación artística del sistema planetario descubierto alrededor de la estrella GJ 357
Recreación artística del sistema planetario descubierto alrededor de la estrella GJ 357larazon

Un equipo científico internacional, en el que han participado varios investigadores españoles, ha descubierto tres nuevos

exoplanetas. El más lejano podría estar en zona habitable

Los astrofísicos que trabajan en el Observatorio de Calar Alto, en Almería, han perdido la cuenta del número de exoplanetas que han descubierto. Son uno de los centros de investigación más activos en esta materia. “Por ahora, hemos anunciado una veintena de exoplanetas pero habrá más”, José Antonio Caballero, investigador del Centro de Astrobiología (CAB) y uno de los autores del último hallazgo que se publica en la revista “Astronomy & Astrophysics”. “Lo más relevante es que con CARMENES -el instrumento de alta resolución especializado en cazar planetas fuera de nuestro Sistema Solar- ya hemos identificado la mitad de todos los planetas descubiertos alrededor de las estrellas más cercanas al Sol. Y todo lo hacemos desde Almería”, destaca.

Lo que presentan en esta ocasión es el descubrimiento de un sistema planetario alrededor de GJ 357, una estrella enana de casi un tercio de la masa y tamaño del Sol y un 40% más fría que nuestro Sol. Eso sí, se encuentra a 31 años luz de nosotros, en la constelación Hydra.

El hallazgo comenzó cuando TESS (satélite de búsqueda de exoplanetas en tránsito) de la NASA detectó en febrero la presencia de un exoplaneta (GJ 357 b) en tránsito, es decir, un planeta fuera de nuestro Sistema Solar que oscurece brevemente la luz de su estrella al pasar por delante de ella en cada órbita. Para confirmar su presencia, el equipo científico, liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), utilizó datos obtenidos desde varios observadores terrestres, entre ellos el de Calar Alto, en el que opera el instrumento CARMENES. Durante el proceso, los investigadores descubrieron dos mundos adicionales: GJ 357 c y GJ 357 d. De ellos, solo tres o cuatro tienen atmósferas “que podríamos estudiar con instrumentación actual o en el futuro inmediato”, explica Caballero. GJ 357 b, el más próximo, es el más pequeño y orbita alrededor de la estrella más cercana y brillante. “Todas estas diferencias hacen que Gl 357 b sea el mejor planeta terrestre fuera del Sistema Solar al que podemos estudiar su atmósfera, y podamos medir vapor de agua, dióxido de carbono, metano y, quizá, oxígeno”, subraya el investigador.

GJ357d podría ser un planeta oceánico gigante

El más lejano de los tres, Gl 357 d, es el que más probabilidades tiene de ser habitable, “ya que los otros dos están demasiado cerca de la estrella y sus superficies estarán muy calientes, incluido GJ 357 b”. Sin embargo, como sostiene el experto, “GJ 357 d puede ser un planeta oceánico gigante. Con un efecto invernadero moderado, intermedio entre el que tenemos en la Tierra y el que hay en Venus, la superficie de su océano podría ser líquida”. Y añade: “A partir de aquí, que cada uno dé rienda suelta a su imaginación: superballenas, superkraken...”.

En lo que respecta a cuál sería la temperatura más adecuada para poder vivir en uno de estos exoplanetas, Caballero insiste en que “los astrofísicos somos bastante conservadores y nos referimos a la habitabilidad antropocéntrica: por encima de 0ºC para que el agua no esté en estado sólido y por debajo de unos 65ºC para que no haya un efecto invernadero desbocado (y se desnaturalicen las proteínas)”. Sin embargo, lo cierto es que en la Tierra hay organismos que pueden vivir en el hielo o incluso en agua hirviendo, “se llaman extremófilos. Pero prefiero no pensar en exotismos y saber que, si me voy de vacaciones allí podré sobrevivir con un buen traje de astronauta. Eso sí, para llegar a GJ 357 tardaré un par de miles de años”, reconoce el investigador.

La piedra Rosetta de las exotierras

La importancia de la composición de la atmósfera es clave porque como se conoce el tamaño (radio) y la masa de GJ 357 b, se puede determinar su densidad, que resulta ser idéntica a la de la Tierra. “Con unos modelos -asevera Caballero- muy sencillos, extrapolados de los planetas del Sistema Solar que conocemos bien, podemos saber de qué está hecho su interior: una manto de silicatos y un núcleo metálico, justo como nuestro mundo”. Por otro lado, “conocemos también la composición de las atmósferas de planetas más grandes y mucho más cercanos a sus soles: principalmente hidrógeno, helio y algunos átomos y moléculas sencillas como sodio, calcio y agua”. No obstante, “aún no sabemos la composición de la atmósfera de planetas como la Tierra en otros sistema solares”. Y Caballero lanza algunas preguntas: “¿Tendrán mucho o poco agua? ¿contendrán metano, dióxido de carbono o ambos? Aunque GJ 357 b es demasiado caliente para que sea habitable, a día de hoy es la piedra Rosetta para entender cómo son las atmósferas y el interior de las exotierras”.