Agencia Espacial Europea
La Vía Láctea sigue creciendo
Una investigación española descubre que nuestra galaxia se expande 500 metros cada segundo. En 20 minutos cubriría la distancia entre Liverpool y Londres.
Una investigación española descubre que nuestra galaxia se expande 500 metros cada segundo. En 20 minutos cubriría la distancia entre Liverpool y Londres.
ivimos en un barrio cósmico muy grande, la Vía Láctea. Pero podría ser incluso más grande de lo que pensamos. Y es que según un estudio presentado ayer por la investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias Cristina Martínez-Lombilla, la galaxia que nos da cobijo está creciendo.
El sistema solar donde se encuentra nuestro planeta está situado en uno de los brazos de la galaxia espiral Vía Láctea, que tiene un diámetro de unos 100.000 años luz. En todo ese entorno habitan cientos de miles de millones de estrellas, además de ingentes cantidades de polvo y gas. El Sol no es más que una de esas estrellas. Los compañeros de viaje de este vecindario son muy variados. Hay estrellas de todo tipo: gigantes azules masivas y calientes, astros medianos como el Sol... las estrellas más jóvenes se hallan en el disco de la galaxia y las más ancianas orbitan el centro galáctico o se dispersan por su halo exterior. Pero conocer exactamente cómo funciona este maremágnum no es nada fácil. Entre otras cosas porque estamos dentro de él. Es por eso que estos investigadores españoles han buscado otra forma de conocer cómo funciona el sistema en el que vivimos.
La española Martínez-Lombilla y su equipo han analizado otras galaxias similares para compararlas con la nuestra. Para ello, han utilizado el telescopio SDSS terrestre y los dos telescopios espaciales GALEX y Spitzer. Con ellos analizaron el espectro cercano al Ultravioleta y el infrarrojo de otras regiones del cosmos. Como explica la astrofísica a LA RAZÓN, «la idea inicial no era buscar si nuestra Vía Láctea se expande o no, sino que queríamos conocer mejor sus características». Así, hace aproximadamente un año, empezaron a analizar los datos públicos de los telescopios. «Decidimos elegir dos galaxias de perfil porque, gracias a la suma de la luz de toda la galaxia, se puede medir mejor la altura y las características de cada una de ellas», sostiene la estudiante de postdoctorado que, justamente hoy presenta su tesis. Su idea primaria era medir la velocidad de rotación del disco de estas galaxias, así como su tamaño y su masa, pero «a medida que íbamos identificando los colores, nos dimos cuenta de que al final del disco, en esa región concreta, estaban naciendo nuevas estrellas. Lo que significa que se estaba ampliando». Y añade con modestia: «Nuestros cálculos en realidad son muy básicos porque nos centramos en una variante importante: la altura. La relación entre el tamaño y la cercanía es lo que mejor resolución nos daba. Por eso, por su sencillez, nos sorprendió mucho este hallazgo».
«La Vía Láctea ya es bastante grande y al estar dentro de ella, era complicado analizarla. Pero nuestro trabajo muestra que al menos su parte visible está aumentando lentamente de tamaño, ya que las estrellas se forman en las afueras de la galaxia. No será rápido, pero si, hipotéticamente, se pudiéra viajar en el tiempo y observar la galaxia que existía hace 3.000 millones de años, sería un 5% más grande que hoy».
Gracias al estudio de sus astros, han descubierto que las galaxias similares a la nuestra crecen a razón de 500 metros cada segundo. En 20 minutos cubrirían la distancia entre Liverpool y Londres.
Dentro de 3.000 millones de años, la Vía Láctea será un 5 % más grande de lo que esen la actualidad. A ese paso, en 4.000 millones de años habrá colisionado con la galaxia más cercana, Andrómeda.
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