Accidente de tren en Santiago

Las caras de la tragedia

De izq. a dch. David Villoldo, Carolina Besada, Rodrigo de Antonio, Carla Revuelta, Enrique Beotas, Celtia Cabido, Yolanda Delfín, Rosalína Ynoa y, juntos, David Martín y Laura Naveiras
De izq. a dch. David Villoldo, Carolina Besada, Rodrigo de Antonio, Carla Revuelta, Enrique Beotas, Celtia Cabido, Yolanda Delfín, Rosalína Ynoa y, juntos, David Martín y Laura Naveiraslarazon

79 vidas quedaron truncadas el pasado miércoles poco antes de las nueve de la noche. 79 personas cuyos destinos se habían cruzado en los vagones de un tren Alvia que unía Madrid y Ferrol pasando por Orense, Santiago o La Coruña. Pero en apenas unos segundos, a apenas unos kilometros de la capital gallega, la vida se acabó para 79 de ellos y para otros muchos quedó destrozada. Algunas han perdido la vida, otros, a su mujer, su hijo, su novio... Familias rotas para siempre.

Carolina Besada (18 años): «Y entonces, silencio. Descansa en paz, Lila»

«Acaba de descarrilar el puto tren en el que venía mi hermana». Ése fue el primer tuit de la tarde del miércoles de Marta Besada, una joven de Orense que por entonces no imaginaba cuán trágico sería el día. Poco tiempo después, su cuenta de Twitter se llenó de un gran número de mensajes. Mensajes en los que la incertidumbre era la protagonista. «Es horrible esta espera. En cuanto sepa algo, os aviso. Muchas gracias por el apoyo», comentaba Marta. Por minutos, algunas noticias arrojaban algo de esperanza a tan terribles momentos. «Me acaban de decir que el vagón en el que iba mi hermana –Carolina– volcó y que probablemente sólo tenga heridas leves. Esperemos que así sea», decía ilusionada. Tristemente, 24 horas más tarde del fatídico accidente, los peores presagios se materializaron. «Y entonces, silencio. Descansa en paz, Lila».

Carla Revuelta (37 años): Una compañera maravillosa y de sonrisa grande

Carla Revuelta, una de las muchas víctimas de la catástrofe del pasado miércoles en Galicia, dedicó sus últimos 14 años de vida al mundo de la televisión. Carla trabajó como realizadora y directora en series como «7 Vidas», «Aída» o «Fenómenos». Su pérdida ha dejado consternado al mundo audiovisual. Tal es así que varios famosos han querido dedicarle unas palabras a través de Twitter. Un ejemplo de ello es Mario Vaquerizo, que aprovechó esta red social para enviar «un fortísimo abrazo a su familia». Otra de las caras conocidas que dedicó unas palabras en internet a Carla fue Secun de la Rosa. «El tren se ha llevado muchas vidas, entre ellas una compañera nuestra maravillosa llena de planes y sueños de sonrisa grande. Qué pena», manifestó el actor, que compartió trabajo con ella en la serie «Aída».

Rodrigo de Antonio (22 años): «De camino al lugar donde pertenezco»

Rodrigo de Antonio Moledo, «Tortu», natural de Ferrol, apasionado de la música, tenía ese apodo por el tatuaje que lucía en la espalda de una tortuga pequeña. Rodrigo era monitor en el Centro Juvenil Paseo, se iba a campamentos con los niños que allí se encontraban y realizaba actividades con ellos. El centro ha querido expresar su dolor por la pérdida de «Tortu»: «Día triste para la familia del Centro Juvenil Paseo, rezamos por esa estrella que va a brillar más en el cielo». Este joven, de apenas 22 años, también dedicaba su tiempo a entrenar en equipos de fútbol de niños pequeños que hoy lloran su pérdida. Viajaba de vuelta a Galicia, su tierra natal, concretamente a Ferrol para visitar a sus padres. Pocas horas antes de morir, publicó esta frase en su cuenta de Twitter: «De camino al lugar donde pertenezco».

Enrique Beotas (57 años): La voz de un periodismo independiente

Una de las voces y plumas más destacadas del panorama informativo español de los últimos 30 años. Ésa es una de las numerosas formas –todas buenas– de describir a Enrique Beotas, uno de los muchos fallecidos en el descarrilamiento del tren con dirección a Santiago de Compostela. Abulense de nacimiento, pero gallego de adopción, este periodista de 57 años dedicó toda su vida a la radio y los periódicos. Fue colaborador de LA RAZÓN, así como de otros diarios como «El Mundo» o «Marca». A través de programas como «La Rebotica» o «Autores de la Vida», su figura acompañó a los oyentes durante casi dos décadas. Onda Cero, Cadena Ser y Punto Radio son algunas de las emisoras a las que prestó su voz. Su esfuerzo y dedicación quedaron plasmados en en premios como el Micrófono de Oro o las Antenas de Plata y Oro, concedidas a Beotas en varias ocasiones.

David Villoldo (27 años): Gallego de nacimiento, madrileño de adopción

Humilde, tímido, agadable y muy sano. Así definen los que conocían a David Esteban, un joven gallego de 27 años cuya vida acabó en el fatídico viaje a Santiago de Compostela. Aunque residente en Madrid, David cursó sus estudios en la tierra que le vio nacer. Sus primeros años los pasó en el el colegio religioso de las hermanas Calasancias. Una vez finalizada esa etapa, dio el salto a la Universidad de La Coruña. Aunque, sin duda, uno de sus rasgos más característicos era su pasión por el deporte, en concreto, por el fútbol. Numerosos mensajes en las redes sociales recuerdan su pérdida. Era miembro de la peña deportivista Centenariazo, desde donde no ha dejado pasar la oportunidad para enviarle un último afectuoso mensaje: «Amigo y hermano de nuestra mini familia en Madrid, descansa en paz».

Yolanda Delfín Ortega (22 años): Estudiante mexicana que acababa de hablar con su novio

Era de nacionalidad mexicana. Yolanda Delfín Ortega, de 22 años, residía temporalmente en Galicia para continuar con sus estudios de Derecho en la Universidad de Santiago por un programa de intercambio, según informaba la Embajada. Cinco minutos antes del accidente acababa de hablar con su novio por Facebook.

David Martín y Laura Naveiras (21 años): Dos buenos médicos pero aún mejores personas

Eran novios y habían tomado el tren para visitar la tierra de ella. Ambos estudiaban Medicina en la Universitat de Lleida, la cual confirmó la tragedia: «Se han ido dos buenos médicos pero mejores personas». Él, de 21 años, nació en Bohonal de Ibor (Cáceres), y era hijo de una empleada del Servicio Extremeño de Salud.

Sara Funenmayor (36 años): La colombiana que ya era una española más

Nació en Colombia hace 36 años pero residía en Madrid desde hace 15. Emigró junto a su hermana tras terminar el colegio. Ayer sus amigos explicaban que, cada año, viajaba a Medellín cada año para visitar a sus familiares. Unas visitas en las que la acompañaban sus hijos: una niña de 11 años y un niño de 3, que tuvo en España.

Celtia Cabido Prado (22 años): Su mayor ilusión: educar a los niños en la escuela

Viajaba a Santiago con su amiga Alvia, paisana de Junquera. Acababa de terminar sus estudios de magisterio en la Universidad de Orense, y tras su fallecimiento se sucedieron los pésame, incluido el del alcalde de su localidad de nacimiento, José Luis Gavilanes, que decretó tres días de luto oficial en la localidad.

Eva Pérez Seara (22 años): Iba con una amiga a reunirse con antiguos compañeros

Nació en Orense hace 22 años y estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Acababa de iniciar sus vacaciones y presumía de ello en redes sociales. Ayer, muchos de sus amigos preguntaban por ella entre sus contactos, buscando noticias de su paradero. Iba a Santiago de vacaciones, para reunirse con sus compañeros de la beca Erasmus.

Rosalina Ynoa (desconocida): Viajaba a Santiago para dar una sorpresa a su hermana

Trabajadora de la Unidad de Análisis de Cooperación dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, iba a Santiago para dar una sorpresa a su hermana, donde reside. Ynoa llevaba un tiempo viviendo en Madrid, donde compró el billete para la capital gallega. Estaba casada y era madre de cuatro hijos.

Tomás López Brion (22 años): Una persona alegre y familiar de un jugador del Deportivo

Nacido en Ferrol, tenía 22 años y regresaba a casa con su madre y su hermana. Es familiar del jugador del Deportivo de La Coruña Juan Domínguez, y fue uno de los primeros confirmados de la lista de fallecidos. El jugador abandonó la concentración. Twitter se llenó de mensajes de recuerdo a su buen humor y sus ganas de divertirse.

Laura de Juan Portela (23 años): Una joven brillante que acababa de ampliar estudios

Estudió Matemáticas en la Universidad de Santiago, y luego en Madrid amplió su formación en un Máster sobre procesos industriales, cuyo proyecto final acababa de presentar. Nacida en Pontevedra, de 23 años, era hija de un médico en el Hospital Provincial de Pontevedra, mientras que su madre era funcionaria de Educación.

Fabio Cundines Antelo (26 años): Fotógrafo considerado uno de los grandes retratistas de este país

Nacido en 1987 en tierras cariocas, este fotógrafo podía presumir de uno de los mejores en su género, especialmente haciendo retratos. Desde hace poco más de un año se había embarcado en una nueva aventura, la revista "Líbero", en la que colaboran Joaquín Estefanía, Ramón Lobo, Enric González o Luis García Montero. Algunas de las imágenes de portada (Jorge Valdano o Valeron) eran obra suya. Sus compañeros le despedían así en Twitter:

Con todo el dolor de una tragedia que nos ha tocado de lleno mandamos nuestro apoyo a los familiares y amigos de las víctimas de Santiago

Benigno Antelo Blanco, (70 años): Viajó para sorprender a su hermano

Enterrado ya en el cementario de Brandoñas, en Zas, localidad en la que nació un 13 de julio de hace 70 años, había viajado desde Madrid a Galicia con el objetivo de dar una sorpresa a su hermano.

Lucía Arosa Rey (32 años)

Esta pontevedresa a punto de cumplir los 33 años, dependienta de profesión

Juan Manuel de Diego (54 años): Profesor de cocina

Este vallisoletano era profesor de cocina en el Instituto de Educación Secundaria Santallana de Ávila y muy volcado en las causas benéficas, a las que ayudaba siempre que tenía ocasión.

Manuel Sierra Morán (40 años): Profesor de español

Manuel, vallisoletano y profesor de español en el Instituto Cervantes de Budapest, viajaba a Santiago a pasar unos días de descanso antes de cambiar de destino, pues tenía previsto dejar su trabajo en la capital húngara y comenzar a trabajar en la Fundación de la Lengua Española. Cabe decir que poco antes del accidente había mandado desde el tren una foto y un mensaje a los suyos con un escueto "Estoy llegando a Santiago". Su cuerpo será incinerado.

Manuel R. Suárez Rosende, (57 años): Un conocido empresario santiagués

Manuel era empresario, copropietario de la empresa Sumisal, con sede en el polígono del Tambre, en Santiago de Compostela, especializada en trabajos de perforación y minería. Curiosamente, era la primera vez en su vida que hacía esta ruta en tren.

María Patricia Castelo Fernández (30 años): Filóloga becada por Cultura

Esta joven filóloga, natura de Touro, en A Coruña, regresaba a casa para para reencontrarse con con sus padres y su hermano. El accidente truncó su vida pocos meses después de conseguir la beca del Ministerio de Cultura que la mantenía viviendo en en Madrid.

María Rey (32 años) y Raúl Bonilla (35 años): Viajaban para celebrar las fiestas de Santiago

María Rey era hija de un conocido empresario del polígono Tambre, de Santiago de Compostela: José Jaime Rey Barreiro, cuya firma, Jaime Rey e Hijos, se dedica al suministro de elementos para soldaduras. María volvía con su novio, Raúl Bonilla, a casa de la familia de ella para disfrutar de las fiestal del Apóstol

David Bernardo (35 años) y Olga Buitrago (28 años): Camareros del Alvia y novios

David y Olga, ambos madrileños, eran novios y tripulantes del servicio de cafetería del Alvia y su muerte es un accidente laboral desgraciado, pues era la primera vez que hacían esta ruta y fue él quien se encargó de anunciar a los viajeros que el tren se acercaba a Santiago. Ella no tendría que haber viajado en ese tren, pues libraba ese día, pero en el último momento decidió cambiar el turno con un compañero para viajar junto a su novio David en el trayecto.

Antonio Reyes Asencio (59 años) y Rosa María Quijano Fernández (57 años)

Antonio y Rosa María, ambos gaditanos, viajaban junto a su hija Fátima, que tiene síndrome de Down, que ha sobrevivido. Junto a ellos también iban otros dos matrimonios de San Fernando (Cádiz).

Ignacio Bustamante Morejón (60 años), Francisco García Pereira (61 años) y Esperanza Márquez Conde (68 años)

Junto a Antonio Reyes y Rosa María Quijano, viajaban juntos desde la localidad gaditana de San Fernando hasta Santiago a pasar unos días. De los tres matrimonios que viajaban sólo ha sobrevivido una de las esposas, Josefa Álvarez Oliveros, que permanece herida, además de Fátima, la hija de Reyes y Quijano.

José María Romeral Escribano (67 años): Párroco en Colmenar Viejo

Pese a que era natural de Campo de Criptana (Ciudad Real), donde ha sido ya enterrado, ejercía como sacerdota en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Allí todos le conocían como Chema, el vicario de la iglesia de Santa Teresa de Jesús. Había acudido a Santiago a reunirse con sacerdote amigo, al cual nunca llegó a ver.

Karmele Sanz Manrique (53 años): Entre Madrid, Santiago y y Andoaín

Aunque era natural de la localidad guipuzcoana de Andoain, estaba afincada en Santiago de Compostela desde hacía unos 25 años, aunque viajaba con frecuencia a Madrid por motivos de trabajo, de donde regresaba en el tren accidentado. Economista y auditora, no estaba casada ni tenía hijos

María de los Ángeles Moreno Barrueco (46 años): Vitoriana, aunque afincada en Salamanca

Esta mujer nacida en Vitoria se encontraba afincada en Salamanca, según se recoge en un mensaje del alcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, publicado en una red social.

José Luis Valeiras Poch (74 años) y Leonor Buendía (69 años)

José Luis nació en en Ribeira (A Coruña), pero su profesión de militar le llevó a la base de Cartagena, donde conoció a la que sería su mujer, Leonor Buendía, murciana de 69 años. Desde entonces vivía en la pedanía murciana de Roche Alto y viajaban a Santiago a pasar unos días de vacaciones a la tierra de él. Tenían pensado viajar en avión, pero al final optaron por el tren. Una decisión fatal.

María Andrea Hernández (75 años): Zamorana, pero vinculada a Vilagarcia

María Andrea había nacido en Zamora, pero contaba con muchos amigos en la localidad pontevedresa de Vilagarcía de Arousa. Entre sus amistades se encontraban algunas socias de O Noso Lar, una asociación de consumidoras y amas de casa.

Mercedes López Crespo (76 años): Madrileña de nacimiento pero venezolana de adopción

Mercedes, aunque nacida en Madrid, vivía en Caracas desde hacía muchos años y tenía incluso la nacionalidad venezolana. Tanto es así que hasta sus hijos habían nacido en el país caribeño. Sin embargo, había vuelto a España de vacaciones y a visitar a familiares y amigos. En el accidente del tren sufrió graves lesiones y, pese a que ingresó con vida en el hospital, más tarde fallecía.

Ana María Álvarez Carballo (45 años): Funcionaria en la Coruña, pero vecina de Orense

Ana María había nacido en Francia hace 45 años pero llevaba ya algún tiempo trabajando como funcionaria en La Coruña. En Melias, en el municipio de Pereiro de Aguiar, Ana María Álvarez Carballo fue despedida a las siete de la tarde por sus familiares.

Francisco Javier García Liras (27 años). "Curro", un gran veterinario y mejor compañero

Trabajaba como veterinario en el Hospital Veterinario Los Madrazo de Madrid y había decidido pasar unos días de vacaciones en Santiago con un compañero de carrera. Estuvo a punto de viajar en bien pero, finalmente optó por el tren.

Consuelo Iglesias Oreiro (68 años): Gallega pero muy unida a Rojales, donde ejerció 35 años de profesora

Nació hace 68 años en la localidad coruñesa de Mazaricos, pero residía en Rojales (Alicante), cerca también del mar, pero en este caso del Mediterráneo. Ejerció durante 35 años ejerciendo como profesora en el colegio público Príncipe de España y en septiembre se habrían cumplido tres años desde que se jubiló. Consuelo viajaba en el tren siniestrado para visitar a su familia, que seguía viviendo en su Galicia natal, como solía hacer todos los años. Su muerte fue un mazazo para la localidad de Rojales, donde era muy conocida y querida por su labor docente.

Tomás López Brión (21 años) y Elisa Brión Sobrido (45 años): De regreso de vacaciones en Madrid

Tomas estudiaba Formación Profesional en Ferrol y venía de pasar unos días de vacaciones en Madrid, junto a su madre, Elisa, también fallecida en el accidente, y una hermana de 14 años, que resultó herida. Era primo del jugador del Deportivo de La Coruña Juan Domínguez, que nada más enterarse del accidente abandonó la concentración del equipo.