Campaña electoral
Las encuestas sí aciertan
Un estudio ha analizado 30.000 sondeos realizados en 45 países en 70 años. Los pronósticos no son peores ahora: el margen de error se mantiene en dos puntos
Un estudio ha analizado 30.000 sondeos realizados en 45 países en 70 años. Los pronósticos no son peores ahora: el margen de error se mantiene en dos puntos.
«Hay tres clases de mentira: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas». Mark Twain, autor de la célebre cita, quizá no estaba del todo en lo cierto. La percepción que la opinión pública tiene de las encuestas políticas dio un vuelco en 2016. El «Brexit» y la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, dos hechos ya históricos pese a los pronósticos demoscópicos, han provocado que las encuestas electorales pierdan la poca credibilidad que todavía atesoraban. Ahora bien, ¿es cierto? Tras estos dos «patinazos», ¿deberían arrojarse a la hoguera todos los pronósticos previos a unos comicios? La respuesta es no. O, por lo menos, la credibilidad de una encuesta no es menor ahora que hace más 70 años. Es más: en todo caso, se equivocan ahora menos que antaño.
Dos expertos de la Universidad de Southampton (Reino Unido) y de la Universidad de Texas en Austin (EE UU) lo han demostrado de forma empírica. Han analizado más de 30.000 encuestas, pertenecientes a 351 elecciones generales –las votaciones locales o los referéndums no fueron incluidos– de 45 países, todas ellas en el periodo que abarca entre 1942 y 2017: 75 años. Entre ellas, por cierto, se encuentran ni más ni menos que 1.434 pertenecientes a España, realizadas desde 1980 y correspondientes a 11 elecciones generales. Pocos países cuentan con una muestra mayor: EE UU, con más de 6.000 entre elecciones legislativas y presidenciales; Gran Bretaña, con 5.308; Alemania, con 3.804; Polonia, con 1.571...
En primer lugar, los investigadores comprobaron, basándose en estudios previos, que los errores en las encuestas nacionales evolucionaron de una manera estructurada durante la línea temporal de las elecciones. Después, se centraron en los errores que contenían las encuestas publicadas durante la última semana de la campaña electoral. Por último, llevaron a cabo un conjunto de análisis de errores de sondeos que les permitieron comprobar si los fallos habían aumentado o disminuido con el paso del tiempo.
Los científicos analizaron con detenimiento 286 encuestas que se habían publicado, por lo menos, 200 días antes de la celebración de las elecciones. Y comprobaron que, desde ese momento y hasta la víspera de los comicios, los errores habían disminuido de los cuatro puntos porcentuales a apenas dos. Y es que así es: de media, las encuestas fallan en dos puntos porcentuales. Así al menos lo reflejan los últimos 75 años de historia.
«Por supuesto, hablamos de un promedio. A veces el error es mucho más grande y, en otras ocasiones, mucho más pequeño. Pero, con el paso del tiempo, este es el tipo de error que podemos esperar», afirma a LA RAZÓN Will Jennings, de la Universidad de Southampton.
El experto señala que «nuestro análisis muestra, tal como se esperaba, que las encuestas mejoran su predicción a medida que se aproxima el día de las elecciones», dice Jennings. Y, aunque no nos afecte en España, es importante reseñar que los resultados de los sondeos son más fiables en unas elecciones legislativas –tal como sucede en Francia o en Italia– que en los comicios presidenciales.
No hay que irse a casos tan sonados como el «Brexit» o la elección de Trump para atestiguar que los resultados de este trabajo no son una ciencia exacta, sino una estimación. Por ejemplo, el trabajo reseña los resultados de la última encuesta realizada antes de las elecciones generales del Reino Unido en 2015: frente al 33,2% de votos que otorgaba a los conservadores, el resultado final fue del 37,8% para los «tories». Y, sin ir más lejos, Jennings comenta el caso de nuestras elecciones generales de 2016. «Podemos tendió a ser el segundo en las encuestas durante la última semana, pero fue tercero en las votaciones, con el PSOE por delante, como ya saben», afirma el experto. De hecho, al contrario que en EE UU, nuestro país y otros han sido estudiados de manera especial debido a su sistema multipartidista.
No sólo el margen de error no ha aumentado en las décadas posteriores, sino que, además, parece haber cierta mejora. Aunque con cautela. «Nuestros resultados no encuentran evidencia que respalde la afirmación de que las encuestas son cada vez menos precisas», dice Jennings. De hecho, «al observar los países donde contamos con encuestas realizadas durante un largo período de tiempo, la evidencia puede incluso apuntar en la dirección opuesta», sostiene. Eso sí, «tendríamos que ser cuidados al decir que han mejorado. Pero los resultados demuestran que los errores se han mantenido estables a pesar del cambio sustancial tanto en los métodos de votación como en el comportamiento de los electores».
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