Sevilla

Las toallitas húmedas, a la papelera

Las toallitas húmedas, a la papelera
Las toallitas húmedas, a la papeleralarazon

Las toallitas húmedas se han convertido en un problema para la red interior de saneamiento, no sólo de las viviendas sino en general de las instalaciones públicas que posibilitan que las aguas fecales sean conducidas desde nuestros hogares hasta las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) para que puedan ser descontaminadas y devueltas a la naturaleza en óptimas condiciones.

Este problema está motivado por el extendido y preocupante hábito de arrojar las toallitas húmedas y desmaquillantes por el inodoro, como si éste fuera una papelera. Este simple acto implica un mayor uso de agua y puede provocar atascos y malos olores con consecuencia directa sobre nuestros bolsillos, incurriendo en un posible incremento en la factura del agua y en innecesarios gastos en reparaciones.

EMASESA, la empresa de abastecimiento y saneamiento de aguas de Sevilla, recomienda tirar las toallitas húmedas a la papelera. Aunque, como indican en sus envases, algunas toallitas son biodegradables, por lo general se desconoce que su descomposición es extremadamente lenta. La evidencia es que al sistema de saneamiento le cuesta mucho trabajo asimilar y depurar este tipo de residuos, debido a que no se deshacen en el agua y suelen estar compuestas por un conglomerado de fibras que, al contacto con el líquido, pueden aumentar de tamaño, acumulándose y causando atascos, malos olores o roturas que pueden requerir de costosas reparaciones. Estas consecuencias resultan perniciosas tanto para el ciudadano, en sus acometidas domiciliarias de saneamiento, como para la red de saneamiento pública y para las maquinarias que actúan en el proceso de depuración

Por lo que respecta a la afección sobre las viviendas, cuando se tira de la cisterna, el agua pasa por su red interior hacia las conducciones públicas de alcantarillado a través de la arqueta. La primera posible consecuencia de arrojar toallitas al inodoro puede ser el atasco de la misma, la acumulación de malos olores y el desarrollo de posibles averías, cuyo coste de reparación debe ser asumido por los propietarios o inquilinos.

En el momento en que las aguas fecales entran en la Red Pública de Saneamiento, el problema puede generarse en las tuberías. La acumulación de residuos sólidos provoca el atoramiento de las tuberías que conectan con los colectores generales, pudiendo producirse el rebose de las tapas y el vertido en las calles. Las toallitas también resultan muy perniciosas para las estaciones de bombeo, que pueden sufrir atascos, reduciendo así el alcance de su función como impulsores de agua hacia las estaciones depuradoras.

Se trata de un problema del que deben ser conscientes los ciudadanos, que tiene que ver con un cambio de mentalidad: los inodoros no son basureros. Desde EMASESA recomiendan habilitar papeleras junto a los inodoros para evitar este mal hábito que afecta tanto al saneamiento doméstico como en general a toda la red.