Los helicópteros han ocupado el hueco dejado por los aviones

Madrid- La falta de aviones operativos ha obligado al uso de helicópteros en las misiones. El informe sobre seguridad y operación de los aviones del departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria, que está en manos del ministro Cristóbal Montoro, advierte de que «en los últimos años se está constatando un empleo intensivo e indiscriminado de los helicópteros de la flota de Aduanas en misiones rutinarias de vigilancia y patrulla marítima». El documento explica que el medio idóneo para estas misiones, como es práctica común en todos los servicios policiales y militares es el avión, «por su relación mucho más favorable de coste/milla rastreada, dada su mayor velocidad, autonomía y capacidad. Además, especifica que el helicóptero es «por definición un medio de intervención, no de patrulla. En términos económicos, principal motivación para la privatización del servicio de vigilancia aduanera, el precio de una hora de vuelo de los helicópteros «se sitúa en los 5.000 euros aproximadamente y la hora de avión está en 2.120». Además del coste económico, estas tareas están provocando un mayor desgaste de los helicópteros. El informe abunda en la necesidad de coordinación en la que la CORA ha hecho tanto hincapié porque existe una clara falta de coordinación. «Mientras que los cuatro aviones que quedan disponibles están adscritos a los servicios centrales de Aduanas, los siete helicópteros operativos dependen de las dependencias regionales en las que se encuentran ubicadas sus bases», explica. Estas bases están en Almería, Algeciras,Málaga, Alicante y Vigo. Por ello, el uso que se está haciendo de los helicópteros está basado «en un interés limitado exclusivamente al ámbito de su competencia». Esta realidad «beneficia a las empresas adjudicatarias y a las organizaciones de contrabandistas», concluye.

4 aviones

vigilan las fronteras. Sólo uno de ellos está operativo

7 helicópteros

suplen la escasa operatividad de los aviones

2,5 millones

por gestionar el servicio. El concurso quedó desierto