Premios Alfonso Ussía

“Los padres no somos los héroes, lo son nuestras hijas”

Emoción en el recuerdo a Diana Quer, Sandra Palo, Mari Luz Cortés y Marta del Castillo

Juan Carlos Quer, Juan José Cortés, Ana Pastor, Antonio del Castillo y María del Mar Bermúdez posan con sus respectivos galardones / LA RAZÓN
Juan Carlos Quer, Juan José Cortés, Ana Pastor, Antonio del Castillo y María del Mar Bermúdez posan con sus respectivos galardones / LA RAZÓNlarazon

Emoción en el recuerdo a Diana Quer, Sandra Palo, Mari Luz Cortés y Marta del Castillo.

Lágrimas, emoción y voces quebradas por parte de los homenajeados y respetuoso silencio y sentidos aplausos de los asistentes. En esta undécima edición de los Premios Ussía, el galardón al Héroe del Año debe decirse en plural. Y no solo por Juan Carlos Quer, María del Mar Bermúdez, Juan José Cortés y Antonio del Castillo, sino por todos los familiares y seres queridos de Diana, Sandra, Mari Luz y Marta. Un reconocimiento que, como dijo el propio Juan Carlos Quer, consideran «equivocado»: «No somos los padres los héroes, lo son nuestras hijas». Las estatuillas a imagen de Alfonso Ussía las entregaron el Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército, Miguel Martín Bernardi, el teniente general y director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino Ceña Coro, y el director adjunto operativo y comisario principal de la Policía Nacional, José Ángel González Jiménez.

«La protección de nuestros hijos no debería tener ideología política, simplemente el sentido común», dijo durante su intervención Juan Carlos Quer, que recalcó que la sociedad tiene la obligación de garantizar la «formación y reinserción» de los encarcelados, pero no por ello debe dejar de lado su misión de ser garante de los «derechos de los ciudadanos de bien». Visiblemente conmovido y en un esfuerzo por contener las lágrimas, Quer dedicó las últimas palabras de su discurso a su hija: «Gracias, Diana, porque nos has hecho un poquito mejores». En el tiempo que estuvo sobre el escenario, señaló al cielo en numerosas ocasiones.

Casi con lágrimas en los ojos recordó María del Mar Bermúdez todos los obstáculos que tuvo que superar su hija, Sandra Palo, desde el mismo momento en que nació. Unas piedras que sorteó gracias a su eterna sonrisa y sus ganas de vivir, un espíritu que «llenó de luz» a todos los que la rodeaban. «Lo hizo hasta que el destino la cruzó con la oscuridad reencarnada en cuatro asesinos. Me derrumbé, pero, ¿cómo iba a dejar que las ganas de vivir de mi hija murieran aquel día?». Después de sus últimas palabras lanzó un beso al cielo.

Más duro fue el discurso de Juan José Cortés, que confesó que, pese a que nunca logrará entender por qué el asesino confeso de la pequeña Mari Luz decidió acabar con «una pequeña de cinco años en la flor de la vida», no le desea que sienta, ni siquiera un solo día, la angustia que a él le tocó vivir durante 54 interminables jornadas: «Nunca te llegas a creer del todo lo que ha pasado».

El último en tomar la palabra, y también el más breve, fue Antonio del Castillo, que solo quiso poner en valor la entereza de su mujer y de sus otras dos hijas: «Soy un padre normal, no me tengo como héroe. He seguido las reglas del juego, pero la Justicia me ha tratado mal».