Nápoles
La antigua Roma, origen histórico de la lotería
Los orígenes de la lotería se remontan a la Roma antigua cuando en las fiestas llamadas Saturnales, era costumbre llevar a cabo rifas en las que los Césares otorgaban regalos, contratos o cargos por medio de la suerte. Esta costumbre alcanzó su máximo apogeo en los mandatos de Nerón y Domiciano quienes popularizaron el juego entre las más dispares clases sociales.
En España, en 1276, Alfonso X el Sabio promulgó su "Ordenamiento de las tafurerias"para reglamentar los juegos de azar en los que se cometían todo tipo de fraudes. En esta época los tramposos modificaban la suerte con una variada picaresca. A pesar de tal Ordenamiento, las quejas de inocentes engañados continuaron y se procedió al cierre de los garitos y las casas públicas de juego pocos años después.
En pleno S. XV las repúblicas genovesas y veneciana implantaron el sistema de loterías para recaudar caudales al gobierno, y por este medio se entregaron premios no solo en metálico sino en honores y cargos importantes.
La Italia Renacentista dio auge a la lotería e incluso la exportó a Francia donde se institucionalizó y ya en el S. XVII pasó a ser regulada por el Estado y pronto otros países europeos hicieron lo mismo.
El 30 de septiembre de 1763 Carlos III firma un decreto por el que se acepta oficialmente la lotería con el fin de llenar las arcas del reino. El decreto reseña que se constituía la Real Hacienda como hipoteca para el pago de premios y después de repartidos estos premios si existiera alguna ganancia, se pondría en la tesorería general para beneficio de hospitales y hospicios.
El Marques de Esquilache fue el encargado de llevar a cabo las labores necesarias para implantar este juego en nuestro país. Así, en 1763 mandó llamar al director del juego de "Loto"de la ciudad de Nápoles", José Peya, que se encargó de establecer las bases para el desarrollo de la lotería en la Villa y Corte.
Una vez nombrados los "posteros"o vendedores, comenzaron a ser asentados, con una comisión del 5%, en las principales plazas de Madrid: Plaza Mayor, Puerta del Sol y Plaza de Santo Domingo. El primer sorteo tuvo lugar el 10 de diciembre de 1763, que como ensayo del sistema, solo se celebró para la capital.
Esta lotería denominada más tarde primitiva consistía en acertar cinco números con combinaciones de "ambo"y "terno"(dos o tres números seguidos) sacados a la suerte de entre los noventa primeros. Los jugadores que solo se propusieran acertar un número jugaban al "extracto simple", si especificaban a que extracción correspondía, era de extracto determinado, si pretendían acertar dos números jugaban a "ambo"y si tres a "terno".
En aquella época el hospital recibía 50.000 pesetas, la inclusa 25.000, las Arrepentidas de Santa María Egipciaca 7.500 y Las Recogidas de Santa María Magdalena una donación de 5.000 pesetas.
Carlos III designó la Sala de Gobierno del Consejo de Hacienda para celebrar los sorteos, y con el fin de garantizar su legalidad, asistían a los mismos el gobernador del consejo, cuatro ministros de capa y espada, tres togados, uno de los fiscales de hacienda y dos ministros del Consejo de Castilla.
El 25 de junio de 1811 un decreto estableció un sorteo especial inmediatamente después de cada sorteo ordinario y en combinación con éste, para "conceder a una huérfana de patriota caído en la lucha contra el invasor francés la suma de 2.500 reales".
En 1812 se creó la Lotería Nacional también denominada moderna. Si la lotería primitiva fue copiada de la italiana, la segunda lo fue de la mejicana y su primer sorteo se celebró el 4 de marzo de 1812. Con la moderna lotería, aumentan los premios en cantidad y en número, se crea "el gordo"para denominar al más importante de ellos.
Durante medio siglo, los españoles jugaron en dos loterías, la antigua de Carlos III y la moderna. En 1862 se fusionaron en una sola.
La lotería moderna consiste en un número determinado de billetes, dividido en décimos. La Junta de Cádiz la hizo extensiva a toda la Península. La primitiva gustaba más al público porque permitía jugar cantidades más pequeñas con opción a grandes premios, pero la moderna era más sencilla y aseguraba al Estado el 25% del importe total de los billetes.
En 1817 se instituyeron los sorteos extraordinarios. En 1850 la desconfianza popular hacia la "mano inocente"hizo que se introdujeran los primeros bombos metálicos.
En 1925 se retransmitió el primer sorteo por radio en sustitución de las numerosas pizarras que se colocaban estratégicamente en diversos puntos de Madrid.
En 1940 los billetes comenzaron a imprimirse en la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre. En 1957 se retransmitió el primer sorteo por televisión, precisamente el de Navidad de aquel año. En 1962 se estableció el actual sistema de cinco bombos que los niños del Colegio San Ildefonso han popularizado con sus números cantados.
A partir de 1867 hay que distinguir tres épocas, una hasta 1881, otra desde esa fecha hasta 1977 y a partir de ese año hasta la actualidad.
La primera se caracteriza por permitirse las rifas o loterías particulares en concurrencia con la nacional y la segunda porque se acentúa el monopolio del Estado, prohibiéndose los juegos privados. A partir de 1977 se permiten todo tipo de juegos de azar en España.
SORTEO EXTRAORDINARIO DE NAVIDAD
De todos los sorteos es el de Navidad el que despierta mayor expectación. Las ventas de la lotería de Navidad se han incrementado en los últimos años a través de la red de Internet. Los décimos son adquiridos por particulares, empresas y colectivos de España, y también se vende buena parte a países como Alemania, Gran Bretaña, Brasil, Venezuela, EEUU e Italia.
El primer sorteo extraordinario de Navidad se celebró el 24 de diciembre de 1818, el precio del billete ascendió entonces a 320 reales de vellón (equivalentes a 80 pesetas) y el primer premio importó 50.000 pesos fuertes (unas 250.000 pesetas).
Desde entonces el denominado "gordo"o premio mayor, ha tenido un crecimiento ininterrumpido, con solo un paréntesis impuesto por la Guerra Civil.
En 1930 se emiten por primera vez dos series con lo que el "gordo"total asciende a 30 millones de pesetas, para quien hubiera jugado las 4.000 pesetas del número completo en sus dos series.
Terminada la Guerra Civil se vuelve en 1939 al precio de 2.000 pesetas por billete con dos series y un primer premio de 15 millones de pesetas cada una. El precio del billete y el importe del premio se mantienen en los años siguientes pero elevándose sucesivamente el número de series que en 1956 llegan a nueve.
No se puede hablar de la lotería sin mencionar a quienes reparten con su voz los premios: los "niños del colegio de San Ildefonso". En el sorteo de Navidad intervienen 24 alumnos de este colegio, de 9 a 14 años, y cuatro más como suplentes por si se produjeran problemas de última hora. Ya en el primer sorteo en 1763 estaban presentes los niños de San Ildefonso a los que se ha pedido una pronunciación clara, acostumbrada a la rápida lectura de los números.
El colegio internado de San Ildefonso fue fundado en 1478, y es el más antiguo de España. Desde 1970 es mixto y en la actualidad depende del Ayuntamiento de Madrid. Como condiciones para ingresar están la de ser natural de Madrid o residir en la Villa. Además había que ser huérfano de padre y que la madre continuara viuda sin bienes de fortuna, si bien en la actualidad se acoge también a niños y niñas que sin ser huérfanos tienen graves problemas familiares.
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