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Magnus Macfarlane-Barrow: «Los retos en Liberia son enormes, tenemos que hacer más allí»
Presenta su libro «El cobertizo que alimentó a un millón de niños», donde explica su experiencia al frente de la ONG que fundó en Escocia.
Presenta su libro «El cobertizo que alimentó a un millón de niños», donde explica su experiencia al frente de la ONG que fundó en Escocia.
La cadena CNN lo definió en 2010 como uno de los diez héroes del momento. Hay motivo porque Magnus Macfarlane-Barrow supo crear una ONG, Mary’s Meals, que desde un cobertizo en Escocia se ha dedicado a facilitar alimentos a más de un millón de niños en todo el mundo. Su experiencia la ha recogido en un libro que acaba de publicar Planeta.
–¿Qué es Mary’s Meals?
–Es una misión muy simple: proporcionar una comida diaria a la vez que educación a los niños más pobres del mundo. De esta manera damos respuesta a la necesidad inmediata que tienen los más pequeños por el alimento. Facilitamos que vayan al colegio y escapen del círculo vicioso de la pobreza.
–Usted tiene su base de operaciones en Dalmally, una pequeña localidad escocesa. ¿Cómo se hace para llegar desde allí a todo el mundo?
–(Risas) Es una buena pregunta. Este trabajo y la manera como está creciendo nunca ha dejado de sorprenderme. Nuestra experiencia es que cuando las personas oyen hablar de Mary’s Meals y nos conocen inmediatamente quieren colaborar, quieren ayudarnos. Nuestro movimiento simplemente crece gracias al boca-oreja, personas que le hablan a otras de lo que hacemos. No somos una organización que gastemos dinero en publicidad sino que nos basamos en la gente.
–Este basarse en la gente, cuando ve un cambio de Gobierno como el que actualmente hemos vivido en la Casa Blanca, ¿qué piensa? ¿Le preocupa?
–No. Creo que nuestra experiencia demuestra que cuando le das a las personas la oportunidad de participar en algo que realmente funciona, cuando les demuestras que las donaciones que están haciendo se convierten en una ayuda efectiva a los niños, en comida para ellos, cuando les demuestras los beneficios que estas ayudas están aportando a estas comunidades saliendo de la pobreza, es entonces cuando, pese a esos cambios que pueden asustar en el mundo, le das la oportunidad a las personas que seguirán apoyando el trabajo efectivo. Me gustaría resaltarle que este trabajo es un movimiento popular, no basado en grandes organizaciones. Es la gente quien está moviendo todo lo que hacemos.
–Por todo lo que dice, ¿no correrán malos tiempos para la solidaridad?
–Nuestra experiencia es que cada vez hay más gente interesada en unirse a nosotros, en continuar lo que hacemos. La solidaridad de las personas sigue creciendo.
–Uno de los primeros actos que le hacen tomar conciencia de lo que está siendo su labor es con 15 años, viajando a la antigua Yugoslavia.
–Fui a Medjugorje. Tenía 15 años y mi hermana leyó en un periódico que la Virgen María se estaba apareciendo a unos niños en Bosnia. Nosotros hemos sido criados dentro de una familia muy devota y cuando lo leímos le dijimos a nuestros padres que si esto tenía visos de realidad, teníamos que ir a verlo. Para nuestra sorpresa, nos dijeron que estaban atareados, así que sí, que podíamos ir, pero sin ellos. Esa experiencia fue una renovación de nuestra fe.
–Ha vuelto en muchas ocasiones a la antigua Yugoslavia con su organización. ¿Se han cicatrizado las heridas allí?
–Todavía hay en la actualidad tensiones en Bosnia-Herzegovina. Hay mucha gente todavía suftriendo por culpa de la guerra después de tantos años. Hay una pobreza real. Creo, si no me equivoco, que Bosnia-Herzegovina es el país más pobre de Europa después de Albania, pero por lo menos están en paz.
–Mary’s Meals también ha tenido una presencia muy fuerte en África. Teniendo en cuenta lo que usted ha visto en países como Malawi o Liberia, ¿cree que Europa se ha comportado bien con este continente?
–Esa es una gran pregunta. Dudo porque generalmente no me gusta hablar de política. La guerra en Liberia fue una cosa tremenda, realmente alimentada por la riqueza del país, por los recursos naturales, como diamante u oro. Era muy feo ver que había niños que se morían de hambre mientras mucha otra gente se peleaba por esta riqueza. Así que Liberia aún se recupera de esa guerra. Se ha progresado y las cosas están mejor que antes, pero los retos son enormes. Por ejemplo, Liberia es el país del mundo con el porcentaje más alto de niños que no van al colegio. Por eso queremos hacer más en ese país.
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