Marisco y cordero para Nogueira y Morate

Acusados de brutales asesinatos, disfrutaron de su comida de Navidad entre rejas.

Algunos presos, ya habituados a la vida carcelaria, saben bien que en estas fechas el menú cambia. Entre ellos Sergio Morate. Para el acusado de matar a Marina Okarinska y Laura del Hoyo, serán sus segundas navidades saboreando langostinos entre barrotes. Y Patrick Nogueira, el cuádruple asesino de Pioz (Guadalajara), se estrena este año entre barrotes con cordero. No serán los únicos, a ellos hay que sumar a Luis Pineda Salido, ex presidente de Ausbanc y los 44 chinos de la macrorredada que hubo recientemente, por citar algunos de los presos más conocidos del Centro Penitenciario Madrid VII. En esta prisión, más conocida como Estremera, ya se han puesto en marcha los menús para todas las navidades. Después de que en Nochebuena disfrutaran de ensalada tropical, redondo de ternera en salsa, flan de huevo y surtido de Navidad (turrón, polvorones, etc.), ayer el menú varió en la comida de Navidad: salpicón de marisco, cordero asado con ensalada y tres profiteroles por preso.

El resto de días tendrán los menús habituales hasta el 31 de diciembre. Durante la cena de Nochevieja podrán degustar unos entremeses con cuatro langostinos y tres muslitos de mar, alitas de pollo con patatas fritas, natillas de chocolate, surtido de navidad y las correspondientes 12 uvas.

La comida de Año Nuevo será más fuerte. Tras la típica sopa navideña de marisco con arroz, los presos de Estremera saborearán una chuleta de cordero con patatas asadas y, para endulzarles su estancia en prisión, fruta en almíbar.

Los reos volverán a tomar sopa, aunque esta vez castellana, la víspera de Reyes. Un plato que irá acompañado de fritura de pescado, ensalada de tomate, yogur y roscón de Reyes.

Por último, el día de Reyes tendrán ensaladilla rusa, productos típicos navideños, entrecot de ternera en salsa con patatas fritas y fruta del tiempo.

Seguro que más de uno y más de dos cogen incluso algunos kilos estas navidades.

El menú especial se repetirá en otras prisiones, con platos que cambian, pero en sí todos ellos muy similares.

En la «carta» de Meco de Nochebuena figuraban pimientos rellenos, ensalada de pasta con ahumados, cordero asado y piña, flan y turrones. Su comida de Navidad consistió en langostinos con mayonesa, ensalada rusa y entrecot. El postre, el mismo que la noche anterior.

«Ni se ducha»

En esta prisión se encuentran, por ejemplo, dos terroristas. Eneko Gogeascoechea Arronategui, que habita el módulo 7 y seguro que aprovechará también estas fiestas para hacer lo que más le gusta en prisión: correr y jugar al frontón e Ibón Iparraguirre Burgoa, que según los datos facilitados a este periódico por fuentes penitenciarias, «tiene muy mal comportamiento, pero nunca cumple sanción por motivos médicos». De hecho, ha llegado incluso a amenazar a funcionarios, unos actos de los que «siempre queda impune». «Se encuentra en el módulo de Enfermería, y por no tener aficiones, ni siquiera tiene la afición de ducharse».