Alcoholismo
Más borracheras entre mujeres y niños
33.000 millones cuesta la delincuencia por la bebida. Al menos el 20% de la población bebe de manera habitual. El alcohol ha pasado de ser la quinta causa de mortalidad a la décima
El consumo de alcohol en España ha ido bajando en los últimos 30 años, aunque aún estamos por encima de la media de los países de la OCDE. Bebemos del orden de 9,8 litros de alcohol puro per cápita al año y el 20% de la población es bebedor empedernido. Pero si hay una cuestión alarmante es que cada vez son más los niños y las mujeres que ingieren alcohol de forma abusiva, es decir, que se toman entre cinco y ocho copas de un golpe. Las borracheras no son sólo más habituales entre este sector de la población en España, también es un fenómeno que afecta de forma generalizada a todos los países de la OCDE, según alerta en un informe presentado ayer sobre el consumo nocivo de esta sustancia. Así, el porcentaje de niños que abusa del alcohol ha aumentado del 30% al 43% en el caso de los chicos y también ha subido del 26% al 41% en el caso de las chicas.
Si antes del año 2000 el 44% de los niños de 15 años o menos no había probado el alcohol, ahora sólo es el 30% mientras que en el caso de las chicas también se aprecia que comienzan antes a probar la primera copa, ya que el porcentaje también ha bajado del 50 al 31 por ciento.
La psicóloga Raquel Castro, experta en adicciones, cree que el hecho de que los niños se inicien antes en el consumo tiene que ver con «la pérdida de valores y con la baja percepción del riesgo que tienen sobre sus efectos perniciosos». A estas circunstancias se añade el hecho de que «los jóvenes siguen asociando diversión a alcohol». En el caso de las mujeres, Castro opina que acuden mucho más tarde a los expertos en busca de tratamiento y no se ponen en sus manos para rehabilitarse hasta que pasa un largo período de tiempo, porque «la adicción en una mujer está muy mal vista. Es por esto por lo que no es fácil que “salgan del armario” y reconozcan que tienen un problema. Además suelen ir a pedir ayuda y tratamiento específico solas, mientras que en el caso de los hombres suelen ir acompañados por sus parejas en la mayoría de los casos».
El informe de la OCDE centra la atención en el hecho de que las personas que tienen más educación y un nivel socioeconómico más alto tienen más probabilidades de beber alcohol. Ocurre en el caso de las mujeres, especialmente, mientras que los hombres en peor situación sociocultural, son más susceptibles de caer en esta situación. También las personas que pertenecen a etnias minoritarias consumen menos alcohol que la mayoría de la población.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, recordó ayer durante la presentación del informe que el alcohol ha pasado de ser la décima a la quinta causa de mortalidad e invalidez en el mundo. De ahí que piense que «hasta las políticas más caras para reducir el consumo tienen curvas de rentabilidad muy favorables». Los autores del estudio calculan incluso que en países con Alemania, Canadá y la República Checa, estrategias contra el abuso del alcohol permitirían ahorrar entre 4 y 6 euros por habitante y año en gastos sanitarios. La OCDE es consciente de que la política para reducir el consumo de alcohol se debería centrar en primer lugar en los bebedores empedernidos, pero en términos generales «se cuenta con pocos mecanismos para hacerlo. Los médicos de atención primaria pueden tener un papel importante en el tratamiento del consumo excesivo, mientras que la aplicación estricta, por parte de la Policía, de las regulaciones actuales para no conducir bajo los efectos del alcohol puede aportar beneficios extra».
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