Más de 2 millones de personas sufren pobreza farmacéutica en España

La ONG Banco Farmacéutico precisa de la implicación de 1.200 voluntarios para su campaña

La ONG Banco Farmacéutico pone en marcha la 11ª Campaña de Medicamentos Solidarios, que tendrá lugar el próximo sábado 10 de marzo desde las 10:00h hasta las 14:00h (salvo en Aragón, que será el día 9 de marzo por la tarde). El proyecto pretende recoger un mínimo de 30.000 euros mediante la compra de cupones solidarios, con un coste de 2,5 euros. Para ello, la entidad social precisa de la implicación de 1.200 voluntarios, repartidos por las 600 farmacias que se han comprometido con el Banco Farmacéutico en las provincias de Barcelona, Madrid, Gerona, Zaragoza, Lérida, Málaga, Tarragona, Huesca y Teruel.

“La labor del Banco Farmacéutico es magnífica y debe divulgarse”, suplica Isabel P. R., beneficiaria del Fondo Social de Medicamentos. “Hay muchos pacientes que se ven arrastrados a dejar su medicación y no saben que existe esta opción”, concluye.

“La campaña promueve un gesto de gratuidad, donde las personas participan de forma desinteresada”, explica el presidente de la ONG, Àlex Brenchat. “Este año, la labor de los voluntarios resulta más importante que nunca, ya que necesitamos sensibilizar sobre la realidad de la pobreza farmacéutica y la importancia de recaudar fondos para poder hacerle frente”.

Los voluntarios que quieran participar en la campaña y que no lo hayan hecho con anterioridad, tendrán que inscribirse en la página web de Banco Farmacéutico. Tras consultar cuáles son las farmacias colaboradoras con la Campaña de Medicamentos Solidarios, contactarán con la farmacia que deseen para comunicar su deseo de ayudar. A continuación, deberán asistir a la reunión informativa que se organiza días antes de la venta de cupones, donde se le explicarán los detalles sobre el funcionamiento de esta iniciativa, así como información esencial sobre este problema económico-social.

En lugar de recoger medicamentos que no requieren prescripción médica, como han hecho durante una década, este año Banco Farmacéutico pretende recoger fondos para ayudar a pagar tratamientos que sí la requieren, y que por tanto responden a enfermedades de mayor gravedad o incluso crónicas. “Ha llegado el momento de dar un paso hacia delante y llegar a las personas que, por desgracia, tienen que elegir entre comer o medicarse”, señala Brenchat.

Desconocida pero real, la pobreza farmacéutica deriva de una situación de precariedad económica previa, que no permite a la persona que la sufre hacer frente al pago de medicamentos o productos sanitarios.