Puerto Rico

Adoptan una playa de Puerto Rico con la promesa de protegerla

Un grupo ambientalista firmó este domingo un acuerdo con las autoridades puertorriqueñas para adoptar oficialmente una playa de alto valor ecológico y trabajar para mantenerla limpia y proteger la fauna y flora que alberga.

El acuerdo fue suscrito por la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico, Carmen Guerrero Pérez, y la organización de Amigos de la Poza del Obispo, una playa situada en la localidad de Arecibo, en la costa norte de la isla.

Con este acuerdo, cuya vigencia es de seis años, el DRNA reconoce de manera oficial la labor voluntaria de la organización de proteger y conservar la playa Poza del Obispo, muy visitada por bañistas y surfistas.

Esta iniciativa forma parte del programa Adopte una Playa, por el que «organizaciones comunitarias, empresas privadas, municipios y otras entidades pueden contribuir a la calidad de vida de los ciudadanos y promover la protección de los recursos naturales y el ambiente mediante la adopción de una playa».

A partir de ahora, Amigos de la Poza podrá promover actividades de limpieza y eventos que garanticen el mejor uso y aprovechamiento de la playa, área en el que anidan tortugas marinas en peligro de extinción.

Por ello, la organización también vigilará la aparición de ejemplares y de sus nidos y alertará a las autoridades para su protección, ante situaciones que puedan representar «alguna violación ambiental, nos ayudarán a establecer proyectos de reforestación y de limpieza y promoverán las estaciones verdes de reciclaje y el concepto de Playas Basura Cero», explicó Guerrero.

Además, ayudarán a evitar la formación de nuevos vertederos clandestinos en la playa y vigilarán el sistema de dunas, que son parte del atractivo y defensa natural de la playa, para evitar extracciones de arena u otras prácticas ilegales.

«Para Arecibo es histórico que. después de rescatar la playa Poza del Obispo de la privatización hace cinco años, el DRNA nos permita adoptarla», dijo la portavoz de Amigos de la Poza, Luisa M. Aguila Nieves.

La Poza del Obispo debe su nombre al primer obispo puertorriqueño, Juan Alejo de Arizmendi y de la Torre, que en 1785 sobrevivió el naufragio del barco en el que regresaba a Puerto Rico de un viaje a República Dominicana.

El barco zozobró frente a los arrecifes de la costa de Arecibo y el hecho de que el obispo sobreviviera, fue considerado un milagro por la población local.