Reciclaje

Chanclas, latas y montañas de basura en un atolón aislado

Recogen 30.000 objetos de basura en un atolón del Índico

Montones de basura en el mar, en una imagen de archivo
Montones de basura en el mar, en una imagen de archivolarazon

Un equipo de investigadores de Suecia, Mauricio, Sudáfrica y las islas del Canal (Reino Unido) han encontrado cerca de 30.000 objetos de basura en las playas de un remoto atolón del océano Índico, pese a que este lugar no tiene residentes humanos de forma permanente, informa Servimedia.

Los investigadores acudieron al banco de Cargados Carajos, también conocido como Rocas de San Brandón, un atolón situado al noreste de Mauricio en pleno océano Índico, para estudiar cómo los restos de basura marina son arrastrados desde las aguas hasta las playas. El estudio, publicado en la revista ‘Marine Environmental Research’, indica que en este atolón, que pertenece a Mauricio, las únicas actividades económicas son la pesca a pequeña escala y algo de turismo, y carece de población humana permanente, aunque cuenta con un montón de tortugas marinas. De hecho, en 2014 no había más que 41 personas temporalmente alojadas allí, principalmente con fines relacionados con la pesca.

A pesar de esta mínima actividad humana, las playas de este archipiélago están llenas de desechos. «Encontramos cerca de 30.000 objetos en las islas, en su mayoría de plástico. Esto es equivalente a 76 objetos a lo largo de un tramo de 100 metros de la playa, que es bastante. Para los animales, esta basura es desastrosa», dice Henrik Kylin, profesor de Química Ambiental de la Universidad de Link ping (Suecia), que dirigió la investigación, centrada en cómo se propagan las toxinas ambientales y qué daño que hacen al medio ambiente. Los investigadores documentaron, clasificaron y contaron todos los restos de basura de más de cinco milímetros. Los objetos más comunes fueron chanclas, envases de bebidas energéticas y lámparas fluorescentes compactas. Según Kylin, es poco probable que el pequeño número de personas que pasan mucho tiempo en las islas de Cargados Carajos puedan haber contribuido a tal cantidad de desechos, ya que los nombres de marca de las chanclas y de las bebidas indican que proceden de países como Indonesia y Malasia, al otro lado del Índico. El estudio indica que las más de 11.000 chanclas encontradas, producidas con espuma de plástico que contiene DDT (diclorodifeniltricloroetano), PCB (policlorobifenilos) y retardantes de llama. Tras largos periodos en el agua, absorben toxinas ambientales que transportan a las costas de las islas. «Las lámparas que encontramos contienen metales pesados que hemos visto entrar en las cadenas alimentarias de las islas. Por ejemplo, los hemos encontrado en los corales y arena de coral», apunta Kylin.

Servimedia