El buitre ibérico: el carroñero amenazado

Con motivo de la celebración hoy, 6 de septiembre, del Día Internacional de Sensibilización sobre los Buitres, la organización SEO/Birdlife denunció las graves amenazas que esta especie presenta en España. Y es que, como explicó esta entidad, nuestro país tiene una gran responsabilidad en el tema relacionado con la conservación de buitres, ya que alberga el 90% de todas los que hay en Europa.

Ante esta situación, SEO/Birdlife quiso hacer hincapié en que entre las principales amenazas que azotan a esta especie, que incluye el buitre negro, el leonado, el alimoche común y el quebrantahuesos, se encuentran la caza furtiva, la disminución del alimento, las colisiones que se producen contra tendidos eléctricos o aerogeneradores, la utilización ilegal de cebos envenedados y la aprobación, en 2013, del uso veterinario del diclofenaco. Y es que, entre 1990 y 2000, este fármaco antiflamatorio ya se cobró la vida de un 99% de los buitres en el subcontinente indio. Por ello, científicos españoles alertaron de que el diclofecano supone una gran amenaza para los buitres y recordaron que en varios países asiáticos ya se prohibió su uso en 2006.

En ese sentido, el responsable del Programa de Especies de WWF en España, Luis Suárez, explicó que «las causas de que esta especie carroñera se esté viendo amenazada se centran en tres grupos». El primero de ellos es que «el cambio en la normativa de dejar los cadáveres de ganado muerto en el campo español, como consecuencia del brote de las vacas locas, está provocando que cada vez más aves se vean afectadas por la falta de alimento y tengan que acabar en centros de recuperación de la fauna debido a la desnutrición que sufren». En el segundo, Suárez apuntó que «algunas comunidades no están realizando bien el trabajo a la hora de aplicar la normativa de planes regionales contra los venenos, por lo que muchas especies, ya no sólo de buitres, fallecen envenedadas». Y, en el tercero señaló que «el uso de productos sanitarios, como por ejemplo el ya nombrado diclofenaco, puede afectar gravemente a esta especie». Por ello, Suárez quiso hacer hincapié en que entre las medidas que se deben tomar para evitar la disminución de la población de buitres en España se encuentran «aplicar la normativa que permita a esta especie carroñera alimentarse de ganado muerto. Esto, a su vez ayudará al ganadero a reducir los costes ya que, en la actualidad, le hacen retirar el cadáver y llevarlo a mataderos que se encuentran lejos». Otra de ellas sería «luchar para que no cualquier persona pueda comprar productos tóxicos, así como dar a conocer que el uso de cebos envenedados es delito». Por otra parte, Suárez dijo que otra medida sería «renovar la normativa para que productos como el diclofenaco se retiren del mercado y se empiecen a usar otras alternativas que sean igual de eficaces y no supongan una amenaza para los buitres».

Del mismo modo, Theo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción, explicó que además de las causas ya nombradas aparecen otras como la destrucción de los hábitats del buitre y la caza. Es por esto por lo que apuntó que, a parte de erradicar la utilización de venenos, «se deben conservar, de forma adecuada, sus hábitats, así como crear muladares, que son zonas acondicionadas donde se depositan cadáveres con el fin de que aves carroñeras se puedan alimentar».