Medio Ambiente

¿Es hora de comprar un coche eléctrico?

El eléctrico se ha convertido en la mejor opción de movilidad debido a las ventajas fiscales y de circulación que ofrece. Además, la autonomía ya supera los 400 kilómetros

El plan de Iberdrola consiste en instalar puntos de recarga cada cien kilómetros | Archivo
El plan de Iberdrola consiste en instalar puntos de recarga cada cien kilómetros | Archivolarazon

El eléctrico se ha convertido en la mejor opción de movilidad debido a las ventajas fiscales y de circulación que ofrece. Además, la autonomía ya supera los 400 kilómetros

La venta de vehículos no contaminantes sigue creciendo en España y lo hace más entre empresas que entre particulares. Las dudas sobre este tipo de movilidad giran, aun hoy, sobre prestaciones como la autonomía o la recarga, aunque muchas de ellas ya están superadas Sólo en lo que va de año, se han vendido en España un total de 6.675 vehículos eléctricos, según los últimos datos de la Asociación Empresarial Para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive). Las ventas siguen creciendo y, aunque todavía no es la movilidad mayoritaria, se prevé que para 2030 circulen en España unos cinco millones de eléctricos. De los que ya hay, el 45% pertenecen a flotas de empresas. “Las empresas y ayuntamientos están apostando por cambiar sus flotas para disminuir su huella de carbono. Para cualquier empresa sale más rentable que sus comerciales, que están siempre en movimiento, usen esta tecnología”, explica Carlos Pérez Villegas, jefe de producto de Smart Mobility de Iberdrola. Un ejemplo: la ciudad de New York ha decidido ser neutra en carbono para 2050 y para ello ha decidido desplegar una red de 400 puntos de recarga para coches eléctricos.

Se espera que esta tecnología se implante entre los conductores particulares de forma progresiva, aunque cada vez son más ciudadanos los que se plantean el cambio. Todavía hay muchos tabús sobre las prestaciones de un coche eléctrico y es cierto que hace 5 años podía haber alguna limitación, pero ya no. “Esas barreras ya han caído”, dice Pérez.

Una de esas trabas es la de la inversión; ¿cuánto cuesta cambiar de coche y cuánto se ahorra? La inversión inicial a día de hoy es algo más alta que la de cualquier otro modelo de combustión, pero tampoco hay tanta diferencia. “El vehículo eléctrico está abaratándose de forma muy rápida. Entre dos modelos iguales de la misma marca, la diferencia entre el de gasolina y el eléctrico ronda los 10.000-12.000 euro”», dice Pérez. Ahora bien, “teniendo en cuenta el consumo medio de un coche, con 50 euros de recarga para un eléctrico se recorren 10.000 km, frente a los 900 km como mucho que recorre un gasolina. Si en un año se hacen 15.000 km, el gasto total será de entre 75 y 100 euros. Hay que tener en cuenta que el eléctrico es más eficiente que cualquier motor de combustión. Lo ideal, además, es la recarga en casa. Para ello tenemos una tarifa especial horaria que permite cargar la batería entre 1:00 y 7:00 de la noche por tres céntimos el kWh”, explican desde Iberdrola. Otra cosa a tener en cuenta es que el que diariamente haga mayores distancias es el que menos tardará en amortizar.

Además, para la inversión inicial existen ayudas, como el del Plan Moves aprobado este año, que supone hasta 5.500 euros para turismos y un máximo de 15.000 para furgonetas, camiones, autobuses y autocares.

Los actuales modelos de las marcas ya permiten más de 400 km de autonomía. Eso significa que ya es posible plantearse viajes largos sin preocuparse por “repostar”. Para cargar las baterías, lo ideal sigue siendo disponer de un garaje, aprovechando que el coche está parado más del 95% del tiempo. Es la mejor solución porque se recarga en casa o en el trabajo durante las horas que no se usa y se hace a baja potencia, con lo que se alarga la vida útil de la batería. Para las recargas rápidas, tanto ayuntamientos como empresas como Iberdrola están implantando redes de puntos de recarga. La compañía por ejemplo quiere instalar uno de estos puntos cada cien kilómetros de carretera, además de contar con puntos en todas las capitales de provincia.

En cuanto a la vida total del vehículo se calcula que “el motor eléctrico aguanta más ciclos que uno de combustión. Cualquier fabricante ahora mismo garantiza que tras 150.000-200.000 km la batería ofrecerá el 70% de la autonomía del principio. Esto se produce tras 10 años aproximadamente. Entonces puedes cambiar el coche o solo la batería, una inversión de solo entre 1.000 y 5.000 euros”, continúa Pérez. El técnico también recuerda que las baterías se degradan menos con ciclos de recarga lenta.

¿Eléctrico puro o híbrido?

La diferencia es que los híbridos enchufables también tienen motor de combustión, aunque este sólo se use en viajes largos. También se pueden recargar la batería como cualquier eléctrico. Ahora bien: “El híbrido es un muy buen primer paso pero de transición, pues a partir de 2025 los enchufables serán sustituidos por eléctricos puros. Las autonomías de los 100% eléctricos ya son suficientes para viajes largos, gracias a la evolución de las baterías”, afirma el técnico de Iberdrola. Otra de las ventajas de estos coches no contaminantes es el mantenimiento. “El número de piezas es menor. En cualquier modelo de combustión hay más de 2.000 piezas. Además, se fabrican cien veces más motores eléctricos que de combustión (para otros usos como ascensores...) por lo que está muy evolucionado”, dicen desde la compañía. El mantenimiento, por tanto, es más sencillo. Por ejemplo, si a un gasolina le cambias los frenos cada 80.000 km, en un eléctrico esta cifra sube hasta los 400.000 km. Esto se debe a que al frenar no hace falta usar las pastillas. El motor funciona como un generador. Si sueltas el acelerador es igual que si estuvieses frenando.

No hay que olvidar tampoco que los eléctricos no emiten gases contaminantes, por lo que gozan de una serie de ventajas: puede usar el carril bus vao, aparcar en zona azul y verde, entrar en zonas de las ciudades catalogadas como de bajas emisiones sin restricciones (como Madrid Central). Incluso, el impuesto de circulación es más bajo (en algunos ayuntamientos hasta gratis) y el de matriculación también.