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España busca ponerse las pilas

España recoge el 37 por ciento de las pilas y baterías que pone en el mercado, una cifra que supera el objetivo europeo actual del 25 %, aunque se sitúa 8 puntos por debajo del 45 % que marca la nueva directiva para 2015.

No obstante, en el cumplimiento de este último objetivo España "está trabajando duro", ha explicado el presidente de la plataforma de recogida y gestión de residuos eléctricos y electrónicos Recyclia, José Pérez, quien ha resaltado que el actual porcentaje, del 37 por ciento, es un buen resultado.

Además, en España se reciclaron 3,8 kilogramos de aparatos eléctricos y electrónicos de uso doméstico por habitante en 2013, con lo que estuvo "muy cerca de cumplir"con el objetivo europeo de 4 kilogramos que sí se alcanzó 2012.

Pérez ha hecho hincapié en que "hace tres años se constató que en Europa se generaban 14 kilogramos por habitante al año y se estimó que en pocos ejercicios se llegaría a los 17 kilogramos".

"Esta diferencia de 10 kilogramos de residuos de equipos acaban o en el propio hogar sin reciclar o en otros ciclos independientes como en los chatarreros", ha agregado Pérez.

Las cifras aportadas por la fundación Ecotic, formada por los principales sistemas de gestión de residuos electrónicos a nivel europeo, señalan que en el último trimestre del 2012 y los tres primeros trimestres del pasado 2013 se pusieron en el mercado español 450.000 toneladas de aparatos electrónicos de uso doméstico.

Cada año "se generan más de 100.000 toneladas de basura electrónica doméstica"en España, ha declarado el presidente de la fundación para el desarrollo infotecnológico Fundetec, Alfonso Arbayza.

En el resto de Europa, los desechos eléctricos y electrónicos representan el 4% de la basura total, ha añadido Arbayza, quien ha alertado de las "nefastas"consecuencias medioambientales que supone no reciclar estos equipos.

"Si se lograse reciclar el 70% de los residuos eléctricos y electrónicos generados en Europa, se podrían recuperar más de 90.000 toneladas de metales, 30.000 toneladas de plásticos y 13.000 toneladas de vidrio", ha concluido.

Los aparatos que más se reciclan son frigoríficos y televisores, ha explicado el director de proyectos de la fundación Ecotic, Jordi Julián, quien sostiene que los pequeños juguetes electrónicos o los móviles son los que menos se reciclan y acaban "en el cajón o en otros flujos de basura"que no les corresponde.

La ciudadanía no es consciente de la "peligrosidad"de no depositar las baterías de los móviles en un punto limpio de recogida, ya que muchas de ellas todavía son de níquel-cadmio, ha agregado.

El Parlamento Europeo prohibió el pasado año la utilización de níquel-cadmio en pilas y baterías recargables a partir de 2017, dados sus efectos nocivos contra la salud y el medio ambiente.

El desprendimiento de este material químico puede ser tóxico para las plantas, con la consecuente contaminación de la alimentación para los animales, y puede provocar cáncer en los seres humanos, además de desórdenes en el sistema nervioso.

El presidente de proyectos de Ecotic ha manifestado que "una vez que quitas la batería la peligrosidad es mínima para el medioambiente, aunque se están perdiendo recursos recuperables".

Julián ha alertado de una multiplicación en los últimos años de este tipo de residuos electrónicos en los países emergentes, que ya "superan en algunos casos a los países desarrollados".