Incendios

Los incendios forestales asolan Castilla-La Mancha

Un total de setenta medios trabajan en la extinción de los incendios de Yeste (Albacete) y Campillo de Altobuey (Cuenca)

Los incendios forestales asolan Castilla-La Mancha
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Un total de setenta medios trabajan en las labores de extinción de los incendios de Yeste (Albacete) y Campillo de Altobuey (Cuenca), que han consumido más de 4.000 hectáreas de bosque y pinar, según datos de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.

Casi un millar de personas y setenta medios de extinción trabajan desde primera hora de la mañana en sofocar los fuegos que actualmente se encuentran activos en Yeste (Albacete) y Campillo de Altobuey (Cuenca).

Según datos de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, a través del Sistema de Información de Incendios Forestales, se ha dado a conocer que el incendio del paraje albaceteño de La Parrilla, que amenaza el Parque Natural del Río Mundo, ha consumido hasta el momento unas 3.200 hectáreas de pinar. Sin embargo, esta cifra podría aumentar hasta las 7.000 hectáreas si el fuego se propaga por un barranco de la zona.

El incendio, que actualmente se enmarca en un nivel 2 de emergencia, se declaró hace cinco días a la altura del término municipal de Yeste y por motivos de seguridad un total de 445 personas de 18 pedanías han sido desalojadas a expensas de que el fuego, según se espera, sea controlado en las próximas jornadas.

El incendio declarado en la Manchuela conquense, de nivel 1 de emergencia, ha calcinado hasta el momento unas 1.000 hectáreas de bosque y pinar que ya han sido perimetradas para evitar la propagación de las llamas.

La humedad registrada durante toda la mañana junto con una leve llovizna ha favorecido las labores de extinción y desde el puesto de mando existe optimismo respecto a su control. El fuego se originó a raíz de un accidente de tráfico en la carretera comarcal CM-211 a la altura de Campillo de Altobuey, que provocó que un vehículo ardiera, propagándose el fuego hacia una zona de pinar.