Tokio

Ultiman la retirada del combustible gastado en Fukushima

El operador de la accidentada planta nuclear de Fukushima ultima los preparativos para retirar combustible gastado del edificio del reactor 4 que comenzará a realizar hoy y que abre una nueva etapa en el desmantelamiento de la central.

Los técnicos de Tokyo Electric Power (TEPCO) retirarán el dióxido uranio de una piscina de combustible gastado mediante dos sofisticadas grúas construidas específicamente para la delicada operación y los depositarán en barricas de almacenaje seco para transportarlos a otro depósito que se considera más seguro.

La operación debe realizarse con sumo cuidado para evitar que emitan altas dosis de radiación.

De los cuatro reactores de la central gravemente afectados por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, el número 4 era el único que no estaba operativo y no tenía combustible dentro del núcleo del reactor.

Sin embargo, su piscina de combustible gastado contenía 1.533 manojos de uranio, y durante la crisis el edificio sufrió una explosión de hidrógeno que afectó a la cubierta del recinto.

Representantes de TEPCO creen que pese a la explosión, el uranio no ha sufrido daños importantes.

El principal desafío para los técnicos a la hora de retirar estos manojos es evitar que se enganchen con restos de escombros que no hayan podido ser retirados tras el accidente.

Por ello, el presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA), Shunichi Tanaka, ha pedido "gran prudencia"a la compañía eléctrica.

Según TEPCO, todo el equipamiento para llevar a cabo la retirada contiene una serie de mecanismos de seguridad que evitan que los manojos de combustible puedan caerse y emitir radiación.

Se espera que esta operación concluya a finales de 2014.

TEPCO procederá después a retirar el uranio de las piscinas de combustible gastado de los reactores 1 a 3 a partir de 2015 y buscará sacar el combustible fundido de sus respectivos núcleos a partir de 2020.

Se espera que el proceso de desmantelamiento de la central dure de 30 a 40 años.

El accidente en la central de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil en 1986, provocó emisiones que mantienen evacuadas a 52.000 personas que vivían junto a la planta y que afectaron a la agricultura, la ganadería y la pesca local.