Cáncer

Muere Jessica Whelan, la imagen de la crudeza del cáncer infantil

La niña, de cuatro años, padecía un neuroblastoma incurable y su padre publicó una imagen para concienciar sobre el sufrimiento de los niños con cáncer

Muere Jessica Whelan, la imagen de la crudeza del cáncer infantil
Muere Jessica Whelan, la imagen de la crudeza del cáncer infantillarazon

Andy Wheelan ha comunicado la muerte de su hija a las siete de la mañana. Jessica se ha convertido en un icono. Su imagen refleja las terribles consecuencias del cáncer infantil.

La imagen de Jessica Whelan dio la vuelta al mundo. Su padre, Andy Wheelan la compartió el pasado 29 de octubre en su perfil de Facebook para concienciar sobre la necesidad de invertir en investigación y tratar de evitar el sufrimiento, sobre todo, de los niños, esas criaturas indefensas que no entienden qué les ocurre y que se aferran a la vida de forma instintiva. La desagarradora imagen del sufrimiento de su hija por culpa de un neuroblastoma es inmortal, un icono del sufrimiento de los niños con cáncer. Después de un duro año de lucha, Jessica no pudo más. Su padre informó que la niña, de cuatro años, había muerto. Le diagnosticaron el neoroblastoma en septiembre del año pasado, pero la enfermedad siguió avanzando y llevaba tiempo sin recibir la medicación. La lucha había terminado. Tras 13 meses de tratamiento, los padres de Jessica sólo podían intentar que los últimos días de su hija fueran los más felices posibles, los menos dolorosos. Así, Andy informaba en el perfil de Facebook creado para mostrar la lucha de su hija contra el neuroblastoma, indicó que "siento alivio y tristeza al informarles de que Jessica ha encontrado la paz a las siete de esta mañana. Ya no sufre, no siente el dolor ni las limitaciones físicas de su cuerpo. A mi princesa le han crecido las alas de ángel y ha ido a jugar con sus amigos y seres queridos. Ahora mirará hacia abajo, a su hermano pequeño y a nosotros, hasta que un día nos volvamos a reunir".

Andy se pudo despedir de su hija y pidió que a partir de ahora respeten el dolor de su familia y su intimidad: "Anoche finalmente me permitió tenerla en mis brazos y nos dimos un gran abrazo, le dije cuánto la amaba. Le dije que era bueno que cerrara los ojos y se fuera a dormir. Le besé en la frente y en labios en numerosas ocasiones. Parece que era lo que necesitaba para encontrar consuelo y poder marcharse porque ocho horas después de nuestro abrazo ella finalmente tomó su último aliento. Ella era una niña de papá y lo fue hasta el final. Me siento como si me hubieran arrancado una gran parte de mí, pero estoy contento de poder haberle dado consuelo en sus últimas horas. Ella murió en paz y con serenidad".

Jessica seguirá viva gracias a la imagen tomada por su padre, en la que explicaba sus razones para hacerla: "Esta es la foto más difícil que he hecho en mi vida. En realidad, es mi hija de cuatro años. Hace unos días estaba pensaba que lo más probable es que sólo le quedaran un par de semanas de vida después de una batalla contra el cáncer que ha durado más de doce meses. Esta fotografía fue tomada en un momento en el que nosotros como padres no pudimos ofrecerle confort, ella sufrió este dolor agudo en soledad. Tristemente para nosotros como familia no es una situación que veamos de vez en cuando. Ocurre cada día y noche y la frecuencia es cada vez mayor. Esta es la verdadera cara de cáncer, los vasos sanguíneos de mi bebé sobresalen por debajo de su piel, una solitaria lagrima recorre sus mejillas, y su cuerpo y su rostro están retorcidos de dolor".

Andy era consciente de la crudeza de la imagen y de que le podían llover las críticas por publicarla: "Con esta foto no pretendo ofender o molestar, es una imagen para educar y valorarla en su contexto. Tal vez al ver esta foto, la gente que no está en nuestra posición tendrá conocimiento de la oscuridad que supone el cáncer infantil, quizás esta misma gente puede ser capaz de hacer algo al respecto para que en el futuro ningún niño tenga que sufrir este dolor".

Así, añade, "la única disculpa que pedimos son a los que conocen a Jessica, porque es una foto difícil de ver y más difícil de digerir. Pero a los que no conocen a Jessica no les pido disculpas, esto es lo que el cáncer le hace a un niño en sus últimas semanas y días!!! Antes de su diagnóstico éra uno más de esos ignorantes sobre la oscuridad del cáncer infantil. De lo que supone. Nunca nos podría pasar a nosotros! Ahora le doy al cáncer infantil el respeto que se merece, después de ver demasiados niños sufriendo y a familias destrozadas. Si esta foto sólo sirve para hacer que la gente piense dos veces sobre la enfermedad y vea lo que le hace a un niño, entonces he logrado mi propósito. Se debe investigar y hay que encontrar la cura, hace demasiado tiempo que estamos permitiendo esto".