Curiosidades

El origen de los termómetros: la bebida alcohólica que ayudó a detectar la fiebre antes del mercurio

Un elemento cotidiano fue, en su momento, parte esencial de un invento que cambió la medicina

El origen de los termómetros: la bebida alcohólica que ayudó a detectar la fiebre antes del mercurio
El origen de los termómetros: la bebida alcohólica que ayudó a detectar la fiebre antes del mercurioCanva

Antes de que la ciencia moderna introdujera el mercurio como estándar en los termómetros clínicos, los intentos por medir la temperatura corporal rozaban lo experimental.

Durante siglos, los médicos carecieron de instrumentos fiables para detectar la fiebre. Su único recurso era la observación, tocar la frente del paciente, analizar su pulso o examinar el color de la piel.

Pero en pleno renacimiento, una nueva forma de pensar basada en la medición y la precisión empezó a cambiar para siempre la medicina.

Un médico adelantado a su tiempo

Uno de los pioneros en esta revolución fue Santorio Santorio, médico veneciano y gran defensor del método cuantitativo en el estudio del cuerpo humano.

Influenciado por las ideas de Galileo Galilei, Santorio aplicó principios de la física a la medicina, desarrollando instrumentos que le permitían analizar variables corporales con un enfoque experimental.

Entre ellos, diseñó una versión primitiva del termómetro clínico, conocida como "termoscopio".

A diferencia de los termómetros modernos, su aparato no contaba con una escala de grados, pero sí permitía observar visualmente los cambios de temperatura a través del movimiento de un líquido en un tubo sellado. El líquido en cuestión no era ni más ni menos que el vino tinto.

¿Por qué se usaba vino para medir la fiebre?

La decisión de utilizar vino no fue aleatoria. En el siglo XVII, el alcohol tenía ventajas prácticas frente al agua. El punto de congelación más bajo permitía su uso en climas fríos, y su color oscuro facilitaba la lectura visual de su movimiento dentro del tubo de vidrio.

Termómetro y vino
Termómetro y vinoCanva

Además, su comportamiento térmico resultaba más estable que el de otros líquidos comunes de la época.

Al calentar la parte inferior del tubo de vidrio del dispositivo con el calor corporal del paciente, el vino se expandía y subía por el tubo. Esta reacción permitía al médico comparar estados febriles entre diferentes personas o momentos del día, un paso enorme para una medicina que hasta entonces se basaba más en conjeturas que en datos.

De los líquidos caseros al metal líquido

Aunque rudimentario, el termoscopio de Santorio abrió el camino hacia una visión más objetiva del cuerpo humano. Con el tiempo, otros científicos perfeccionaron la idea.

Galileo elaboró modelos similares con agua coloreada y aire. Ferdinand II de Médici, gran duque de Toscana, introdujo escalas de medición numéricas. Finalmente, en el siglo XVIII, Daniel Fahrenheit incorporó elmercurio, un metal líquido que ofrecía una respuesta más uniforme y predecible ante los cambios térmicos.

Este avance permitió establecer escalas precisas, estandarizar la lectura de la temperatura corporal y transformar por completo el diagnóstico médico.