Opinión

Otoño sinodal

El Papa, el 2 de septiembre emprenderá el que va a ser su viaje más largo

Antonio Pelayo
Antonio PelayoLa RazónLa Razón

Las próximas semanas van a exigirle al Papa Francisco un esfuerzo físico muy notable porque, como es sabido, el 2 de septiembre emprenderá el que va a ser su viaje más largo ( doce días, entre el lunes 2 y el 13 viernes) que le conducirá sucesivamente a Indonesia, Nueva Guinea Papúa, Timor Oriental y Singapur.

Para hacerse una idea de lo que supone este viaje bastan dos datos: recorrerá 32.814 kilómetros en cuarenta y cuatro horas de vuelo en aviones pertenecientes a seis compañías aéreas diferentes (incluida una aeronáutica militar). Son dieciséis los discursos y homilías previstas en otros tantos acontecimientos y ceremonias religiosas.

Sólo el desplazamiento inicial entre Roma y Yakarta ocupará más de trece horas la mayoría de las cuales destinadas al sueño.

Catorce días después de su regreso a Roma Bergoglio, el Pontífice argentino volverá a subirse a un avión para visitar el Gran Ducado de Luxemburgo y Bélgica donde permanecerá cuatro días.

La cosa no acaba ahí porque el 2 de octubre abrirá la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos cuyas sesiones de trabajo concluirán el domingo 27.

Durante todas esas jornadas el Papa no es mero espectador, porque intervendrá con sendos discursos en la apertura y clausura de los trabajos que tienen como tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Concluirá así un largo proceso de discernimiento comunitario cuyo objetivo es el tránsito de una Iglesia de estructura piramidal a una que escucha a todos y en la que la autoridad del sacerdote, del obispo y del mismo papa no es un símbolo o ejercicio de poder sino de servicio.