Accidente de tren en Santiago
Pastor anunciará hoy la revisión de la velocidad en los puntos críticos
Escalará los máximos y planteará usar sistemas por satélite para reforzar el sistema de señales
Escalará los máximos y planteará usar sistemas por satélite para reforzar el sistema de señales. Los presidentes de ADIF y Renfe confirman que los técnicos consideraron que el tramo era seguro. Señalan que tanto el tren como las vías estaban en perfectas condiciones
En el momento en que el Alvia S70 que cubría la línea Madrid-Ferrol volcó el pasado 24 de julio, circulaba a 179 kilómetros por hora cuando la velocidad permitida en la curva en la que descarriló era de 80. Solo medio kilómetro antes del accidente, en el punto 84,009, avanzaba a 195 kilómetros por hora, según los datos de la caja negra. La hoja de ruta del maquinista le indicaba que entre el punto kilométrico 84,230 y el 85 debía circular a 80 kilómetros por hora, pero hasta ese mismo punto le permitía, teóricamente, circular a 200 kilómetros por hora, dejando al criterio del maquinista cómo y cuándo rebajar la velocidad. Es decir, no se le instaba a que la redujera de forma escalonada. A pesar de que el conductor conocía perfectamente la ruta porque la había hecho varias decenas de veces, se han sucedido las críticas respecto a que su hoja de ruta no contemplase una reducción progresiva de la velocidad, de modo que a un tramo de 200 kilómetros por hora de velocidad máxima le sucediera inmediatamente después otro de 80. Para que esta circunstancia no se repita, la ministra de Fomento, Ana Pastor, propondrá hoy en el Congreso que se revisen los cuadros de velocidades máximas que se proporcionan en la hoja de ruta a los maquinistas para escalarlos en puntos peligrosos como el de A Grandeira, según ha podido saber este periódico.
Comunicaciones
La propuesta forma parte de la batería de medidas que propondrá Fomento para aumentar la seguridad en el sistema ferroviario español y que también contempla la revisión de los protocolos de comunicación en los trenes, especialmente en lo que a móviles se refiere. Sobre todo, después de que la caja negra desvelase que el maquinista del tren de Santiago, Francisco José Garzón, charló con el interventor, Antonio Martín, once segundos antes de que se produjera el siniestro. La revisión de los protocolos no implica, en todo caso, que la conversación esté legalmente en cuestión. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Luis Aláez, que instruye el caso, ya ha dejado claro que la llamada, aunque inoportuna, se ajusta a los protocolos de Renfe, por lo que decidió no imputar al interventor, que fue quien realizó la llamada. Julio Gómez-Pomar, presidente del gestor, insistió ayer en que, aunque de modo restringido, el teléfono del uso corporativo está permitido en circunstancias excepcionales. No obstante, la propia Renfe ya había anunciado esta semana su intención de revisar sus protocolos de comunicaciones después de lo ocurrido. Pastor también planteará la posibilidad de instalar un sistema vía satélite para reforzar el sistema de señalizaciones ya existente, añadieron las mismas fuentes.
Las medidas que anuncie hoy Pastor en la Cámara Baja se sumarán a las que ya ha adoptado la Dirección General de Ferrocarriles a instancias de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) de Fomento. Aunque este organismo no ha concluido todavía sus trabajos, el domingo pasado ya avanzó un par de recomendaciones que el ministerio se ha comprometido a adoptar de forma inmediata. La primera, «asegurar que todas las reducciones de velocidad máxima programadas en plena vía, entre estaciones, a partir de un cierto rango, estén señalizadas en la vía». Y la segunda, gestionar la implantación en tramos peligrosos «de balizas ASFA que controlen la velocidad de los trenes, de modo que se asegure su inmediato frenado en el caso de rebasar la velocidad máxima con la que debe ingresar en el tramo siguiente».
Los partidos, a favor de revisar la seguridad
Todos los grupos en la Comisión de Fomento del Congreso se mostraron dispuestos a revisar los protocolos de seguridad de las infraestructuras ferroviarias si bien el PP dejó claro que los actuales funcionan correctamente. La portavoz del BNG, Rosana Pérez, y la de la Izquierda Plural, Ascensión de las Heras, pidieron que al margen de la comisión de expertos que estudiará las incidencias del accidente, se forme otra de investigación parlamentaria, mientras que el del PSOE, Rafael Simancas, solicitó una comisión de estudio dentro de la Comisión de Fomento «para saber la verdad». Algunos grupos, como el propio BNG o UPyD, criticaron el hecho de que, en su opinión, desde el Gobierno se tuviera excesiva prisa en culpar casi en exclusiva del accidente al maquinista, Francisco José Garzón.
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