Hogar
¿Por qué la gente coloca las perchas del revés al hacer el cambio de armario?
El cambio de estación y el consecuente cambio de armario es la oportunidad perfecta para decidir cuál es la ropa que realmente queremos conservar
El cambio de estación es el momento perfecto para pensar en qué es lo que tenemos guardado realmente en el armario. Si pensamos en cada una de nuestras prendas, podremos llegar a la conclusión de que podremos dividirlas en tres grupos. Por un lado, están aquellas prendas que usamos cada vez que tenemos la oportunidad. Después nos encontramos con aquellas que definitivamente no son nuestras favoritas, pero que pueden sernos de utilidad llegado el momento. Y por último están todas aquellas prendas que llevamos sin ponernos una eternidad y que sabemos que nunca más las volveremos a utilizar.
Lo que solemos hacer para repartir nuestras prendas entre estos tres grupos es sacar todo lo que tenemos en el armario y tirarlo en la cama, de forma que podamos hacer diferentes montones y decidir si vale la pena conservarlas o no. Sin embargo, este método puede resultar un poco caótico y tedioso. Afortunadamente, existe un truco que nos puede ayudar a discriminar qué ropa es realmente de utilidad… y cuál no lo es.
Darle la vuelta a las perchas
El truco fue compartido por las cuentas de Instagram “@ordenahome” y “@huele.a.limpio”, especializadas en consejos de orden y limpieza en el hogar. En su vídeo aconsejan que cuando vayamos a hacer el cambio de armario, coloquemos todas las pechas mirando hacia nosotros. De esta forma, cada vez que vayamos a guardar de nuevo una prenda que nos hemos puesto, lo haremos como lo hacemos normalmente, es decir, con la percha mirando hacia el fondo del armario.
Si hacemos esto de forma sistemática durante toda la temporada, no tendremos que pensar mucho cuando debamos enfrentarnos al dilema de qué ropa debe seguir en el armario y cuáles no, porque veremos que las perchas que sujetan las prendas que no usamos, siguen dadas la vuelta. Este truco también nos fuerza a ser realistas con la ropa que guardamos “por si acaso”. De nada sirve la buena voluntad en el momento de guardar las prendas en el armario, si cuando tenemos que ponérnoslas preferimos coger otras más nuevas.
Ahora bien, antes de tirar cualquier pieza de ropa también debemos ser muy conscientes de cuál es el verdadero precio que estamos pagando realmente. Debemos tener presente que el sector textil es una de las cuatro industrias más contaminantes... la segunda en lo que al consumo de agua se refiere (con una reutilización que ronda un escaso 1%). Uno de los mayores desastres ecológicos ocasionados por este sector es el que se refiere a la “moda de usar y tirar”, que es como se conoce a la producción, consumo y desperdicio de prendas fabricadas con materiales de bajo coste y mala calidad… y al ritmo que marcan las tendencias del momento.
Así que, si decidimos que hay una prenda que no vamos a utilizar y que, por lo tanto, no tiene ningún sentido guardarla en el armario, estamos en nuestro legítimo derecho de tirarla. Sin embargo, antes de tomar esa decisión debemos pensar si podemos darle algún uso más sostenible, como donarlo, hacer trapos o juguetes para nuestro perro, etc.
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