Iglesia Católica

Rafael Ortega: «Los católicos tenemos que dejar de ser tibios»

Director del Congreso Católicos y Vida Pública. La Universidad San Pablo CEU presenta su XVIII edición, una «reafirmación del mundo católico en tiempos difíciles»

Rafael Ortega: «Los católicos tenemos que dejar de ser tibios»
Rafael Ortega: «Los católicos tenemos que dejar de ser tibios»larazon

La Universidad San Pablo CEU presenta su XVIII edición, una «reafirmación del mundo católico en tiempos difíciles»

«Yo soy cristiano. Hechos y propuestas». Bajo este lema, el XVIII Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, se presentó ayer con el objetivo de visibilizar a todos aquellos católicos que, por causas propias o ajenas, no acaparan la atención que deberían en la sociedad. «Es un tema fundamental en un momento difícil para España y para nuestra democracia», afirma Rafael Ortega, director del Congreso y presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E). La cita se celebrará los días 11, 12 y 13 de noviembre con el Campus de Montepríncipe como principal escenario, y contará con «primeras figuras mundiales del mundo católico, económico y empresarial, así como de los medios de comunicación». Sin olvidar tampoco a representantes de otras religiones cristianas, como evangelistas y ortodoxos.

–¿Decir que se es católico abiertamente es algo que penaliza en España?

–No se lleva. Pero la culpa es nuestra. Lo que intentamos en este congreso es acabar con la tibieza. Tenemos que dejar de ser tibios, demostrar que somos católicos, que queremos tener nuestra presencia en la vida pública. Y no pasa nada, no tenemos que tener miedo a nadie. Si otros defienden posturas agresivas y son contrarios al derecho a la vida, ¿por qué no lo vamos a decir nosotros?

–¿Esa tibieza es mayor en los jóvenes católicos?

–La culpa ahí la tenemos los que no somos tan jóvenes. Quizá no les estamos dando ejemplo. Deberíamos hacer una «cadena de ejemplo», de los más mayores a los más jóvenes. Esa cadena se ha roto hace mucho tiempo. Pero no vale sólo salir a la calle cuando viene el Papa, como en la Jornada Mundial de la Juventud. ¿Y después, qué? Hay que ser constante. Los jóvenes tienen que ser protagonistas en el mundo católico.

–¿La labor del Papa Francisco está facilitando que muchos católicos den ese paso al frente?

–Es un ejemplo para todos. El Papa ha dado ese paso al frente desde hace mucho tiempo. El Espíritu Santo sabe muy bien qué Papa nos toca en cada momento. Francisco está yendo donde hay necesidad, a las periferias. También en Europa tenemos periferias. Somos un continente de emisión, que no se nos olvide. Y aquí los católicos tenemos que estar más presentes que nunca.

–¿Echa en falta un papel más activo de los católicos en política?

–No soy partidario de que los católicos tengamos un partido político, sino de que tengamos presencia en todos los estamentos. A lo mejor, hay católicos en nuestro Parlamento que, después, no defienden de verdad lo que representa ser católico. Pero lo echo en falta en todos lo niveles: en la economía, en la sociedad, en el periodismo... Decir que eres periodista católico ya te marca. Y no hay que olvidar que los políticos a los que elegimos los católicos deben defender también nuestras posiciones. Los católicos laicos tenemos que dar ejemplo: no sólo consiste en ir a misa los domingos. Debemos dar ejemplo diariamente con nuestra actitud.

–El periodismo y la sociedad en general, ¿están mirando hacia otro lado en la persecución de los cristianos en el mundo?

–En general, somos miopes y llevamos orejeras. Nos hemos puesto nerviosísimos con los atentados de Bruselas y París, pero en otros desastres, «pasamos» de ello. La persecución es terrible. Pensamos que no es noticia porque no interesa o porque no vende.