Desapariciones
Resuelto el misterio de la furgoneta en el camino de Diana
Ni una autocaravana ni un movolumen. El vehículo que se encontraba en el puerto de Taragoña la noche de la desaparición es una furgoneta dibujada con motivos «hippies» ocupada por gente que «trapichea» con drogas.
Ni una autocaravana ni un movolumen. El vehículo que se encontraba en el puerto de Taragoña la noche de la desaparición es una furgoneta dibujada con motivos «hippies» ocupada por gente que «trapichea» con drogas.
La Guardia Civil, en sus investigaciones sobre la desaparición de Diana Quer, se ha topado con un grupo de delincuentes de poca monta a los que, sin embargo y salvo que aparezca alguna evidencia que los convierta en sospechosos, no relaciona con dicha desaparición. El nexo común entre todos ellos es que utilizan colectivamente una furgoneta a la que han pintado con motivos «hippies».
El vehículo, que en principio se dijo que era una autocaravana o un monovolumen, era en realidad una furgoneta, dibujada a lo «hippie». Se encontraba en el puerto de Taragoña la madrugada en que desapareció Diana Quer y es utilizada colectivamente por un grupo de individuos, ninguno de los cuales es el propietario; algunos están conceptuados como «pequeños delincuentes», por haber cometido robos, «trapichear» –venta de pequeñas cantidades– con droga y otros delitos, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación.
La vinculación de este vehículo con la desaparición de la joven no se ha podido establecer y al testimonio de los que lo vieron se le da escasa credibilidad. Sin embargo, como cualquier pista que pueda surgir, la Guardia Civil la tiene en cuenta por si en algún momento surge alguna conexión.
Tuvo que pasar mes y medio desde el día de la desaparición de Diana para que dos pescadores que se encontraban en la zona de Taragoña acudieran a la Guardia Civil para informar sobre la furgoneta. Asimismo, narraron unos hechos que habían visto y que les habían llamado la atención.
Según su testimonio, en un momento dado, un turismo, del que no recuerdan el modelo, matrícula y otros detalles, se acercó a la furgoneta y de ella salió una joven de pelo largo y lacio, a la que no vieron la cara y que no pudieron identificar como Diana.
Dada la «utilidad» que daban a este vehículo, todo hace pensar que se trataba de alguien que quería adquirir droga para su consumo personal y para los que le acompañaban.
Las citadas fuentes, que insisten en que no parece haber ninguna relación con la desaparición de la joven madrileña, no han querido revelar más datos. Sin embargo, hay un hecho cierto: no se han producido detenciones a raíz de las declaraciones de los pescadores.
Una de las líneas de la investigación a la que se da más consistencia, tal y como publicó este periódico, va por otros derroteros y se refiere al trayecto que pudo seguir el vehículo en el que viajaba Diana una vez que su móvil quedó inactivo al ser lanzado desde lo alto del Viaducto de la Ría de Arousa, en la autovía AG-11, a las 4:15 de la madrugada.
Día a día, los agentes escrutan los datos de los postes telefónicos de la zona para determinar el recorrido que siguieron los móviles que coincidieron en tiempo y lugar con el de Diana.
Ya han dado con varias coincidencias. Y la labor de filtrarlas, para descartar aquellas que no tengan que ver con la desaparición, resulta complicada. El criterio, ya adelantado por LA RAZÓN, de que sean poseedores de terrenos y casas suficientemente extensas y situadas además en lugares «discretos» como para ocultar a Diana, ha dado unos resultados que están siendo sometidos a nuevos filtrados para dar finalmente con el perfil del culpable o culpables.
Existen otros criterios, que se refieren al tipo de vehículo que poseen los titulares de esos teléfonos «coincidentes»; que sean propietarios de almacenes o naves industriales; que hayan recibido denuncias de todo tipo, en especial relacionadas con agresiones; que se trate de individuos conocidos por sus reacciones especialmente violentas e incontroladas, etc.
Lejos de estar paradas o desorientadas, como se ha llegado a decir, las investigaciones avanzan paso a paso, con unos criterios en los que, por encima de todo, prima que no se quede ningún detalle sin analizar frente a la velocidad o la presión mediática que ha tenido el caso desde el primer momento, hace ya 84 días.
Así, estos delincuentes de poca monta que utilizan la citada furgoneta «hippie» también han sufrido la «criba» de los agentes encargados del caso y, hasta el momento, sea por razones operativas para no entorpecer las pesquisas o porque no se ha encontrado nada relevante, no han trascendido noticias sobre este asunto, que forma, como otros muchos, parte de la investigación.
Los responsables de las pesquisas están convencidos de que poco a poco van cerrando el círculo en torno a la persona o personas con las que iba Diana –contra su voluntad, según todos los indicios recogidos hasta ahora– después de que se arrojara su móvil al mar.
Los vehículos relacionados con la desaparición
El audi a3 negro. Fue el primer vehículo implicado. Sin embargo, el dueño declaró que se limitó a llevar a Diana, su hermano y el novio de esta última, pero días antes de la desaparición. Era la primera vez que la veía.
Un turismo en el muelle de taragoña. Varios testigos vieron a la joven descender de un coche, en el que viajaban tres individuos, y subirse a otro en el que se encontraba un solo ocupante. Según su testimonio, estos hechos se habrían producido en torno a las 3:00 horas del 22 de agosto.
El coche desde el que se arrojó el móvil. Una línea de investigación apunta a que Diana viajaba en el coche desde el cual se arrojó el móvil al Viaducto de la Ria de Arousa.
15.000 vehículos captados por las cámaras. Las matrículas registradas por las cámaras de Tráfico están siendo también analizadas.
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