Saltar de un tren en marcha nunca fue una buena idea

La moda entre los jóvenes de hacer cosas arriesgadas como parte de una broma y grabarlo con una cámara no tiene límites. Es el caso de un grupo de adolescentes australianos, que pensaron que sería divertido ver cómo uno de ellos saltaba de un tren en marcha en Melbourne. Divertido para todos menos para el que saltó, que no sufrió heridas de gravedad de milagro porque cayó cerca de una columna de hormigón que podría haber acabado con su vida. De todas formas, llama la atención la gente que aguardaba el convoy en la estación ya que a pesar de ver el tremendo golpe que se da el joven no acuden a ayudarlo. Sólo uno de ellos se limita a recoger la gorra del adolescente, que salió despedida tras el impacto. El resto, como si no hubiera pasado nada, suben y bajan del tren como si no hubiera pasado nada.

Lo cierto es que no volverá a hacerlo, vistas las imágenes del tremendo golpe que se da y lo aturdido que quedó tras el violento impacto contra el suelo. Por suerte, sólo fue un buen susto, pero la experiencia y las imágenes servirán para que no repitan una idea tan descabellada como peligrosa en el futuro.