Prevención

El arándano rojo americano, un arma eficaz para combatir la cistitis

Un fruto, el arándano rojo americano, ha demostrado en diversos estudios que ayuda a prevenir y tratar la cistitis, una condición que sufre el 37 % de las mujeres en algún momento durante su vida y, que en el 20 % de ellas, vuelve a aparecer en los dos meses siguientes.

La cistitis es una infección urinaria que causa picor o escozor al orinar o una necesidad urgente de ir al baño. Afecta sobre todo a mujeres, en una proporción de 7 a 1 respecto a los hombres, en especial entre los 20 y 60 años, según datos del Centro de Información de la Cistitis.

Sus causas más comunes son la alteración de la flora vaginal, el frío y la humedad, el estreñimiento crónico, la retención urinaria, la falta de lubricación y la frecuencia de las relaciones sexuales.

La recurrencia es frecuente debido a "una mala curación de la infección, a la resistencia de las bacterias a los antibióticos o pobres hábitos de higiene", según un estudio realizado en los hospitales Quirón y General Universitario de Valencia y publicado en BMC Urology.

De hecho, el 12 % las sufre de manera recurrente, teniendo más de dos episodios al año. La bacteria Escherichia coli (E. coli) es la causante de la mayoría de las infecciones no complicadas (80 %).

Las embarazadas son "las principales candidatas a sufrir cistitis", advierte a Efe José Luis Neyro, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Cruces de Bilbao.

"El embarazo es una situación inmunosupresora, por lo que durante este estado tienden a disminuir las defensas orgánicas y son más frecuentes las infecciones urinarias como la cistitis", apunta.

Debido a esta elevada prevalencia los ginecólogos someten a todas las embarazadas durante el primer trimestre a un urocultivo para determinar si hay gérmenes o no en la orina y tratarlos con antibióticos, aunque no produzcan sintomatología.

Se elige siempre "el antibiótico menos peligroso, aquel del que tengamos evidencia de que no produzca teratogenia ni sea dañino para el feto, y al mismo tiempo se pueda administrar en cualquier momento del embarazo", comenta el doctor Neyro.

No todos los antibióticos lo permiten, además de que su uso continuado puede provocar dependencia, reconoce este especialista. Por ese motivo, los ginecólogos prescriben arándano rojo americano.

Las proantocianidinas (PAC) presentes en este fruto, "limitan, disminuyen o anulan"la actividad del antígeno flagelar H, responsable de que la bacteria Escherichia Coli permanezca adherida en la mucosa de la vagina durante días, semanas o meses. "De esta forma la infección urinaria tiende a residuar porque no termina de eliminar la E. Coli localizada en la vejiga", explica.

Diversos estudios han demostrado que a mayor concentración de PAC del preparado farmacológico, mayor eficacia contra las bacterias que originan la cistitis.

El arándano rojo americano puede encontrarse en forma de preparados farmacéuticos, como pastillas y cápsulas, "lo que garantiza la eficacia y seguridad de los mismos, además de contar con el consejo de un profesional de la salud formado en fitoterapia como es el farmacéutico", señala a Efe Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de INFITO (Centro de Investigación sobre Fitoterapia).

Otras medidas de prevención que recomienda el Centro de Información de la Cistitis para evitar las infecciones urinarias son beber al menos un litro de agua al día, evitar bebidas excitantes o carbonatadas, usar jabones neutros, una higiene diaria de la zona uretrogenital y el vaciado de la vejiga.

Como advierte Neyro, "este órgano tiene que vaciarse del todo y con una cierta frecuencia. Hay que ir al baño pero no más de tres veces por la mañana y un par de veces por la tarde, y cada vez que se vaya no hay que tener ninguna prisa".

Hay que vaciar completamente la vejiga, porque mantener orinas residuales, es decir, pequeñas cantidades que no se han terminado de eliminar en la micción anterior, puede suponer un riesgo para la contaminación bacteriana.

El cuidado se debe extremar en las relaciones sexuales. "Una buena medida de prevención que los ginecólogos recomendamos a las mujeres es orinar antes y después del coito, ya que es una de las actividades que más puede facilitar la contaminación de la uretra".

La posible infección por el arrastre de los gérmenes desde la vagina hasta la vejiga a través de la uretra queda eliminada por el acto de la micción, concluye el experto.