Sexo
El viagra adelgaza, según un estudio
Científicos han constatado que el sildenafilo aumenta la conversión de células de grasa blanca en células de grasa parda, que queman la energía de los alimentos ingeridos
El sildenafilo - más conocido como Viagra - es un compuesto sintetizado por un grupo de químicos farmaceúticos de la Empresa Pfizer, en las instalaciones de investigación en Sandwich, Kent (Inglaterra), que se utiliza para tratar la disfunción eréctil.
Esta sustancia previene la degradación del llamado guanosín monofostato cíclico o GMP cíclico, que es el derivado de un nucleótido que asegura el suministro de sangre necesario para las erecciones.
Desde hace algún tiempo, los científicos han comprobado, además, que la Viagra tiene otro efecto: ratones a los que se suministró sildenafilo durante largos períodos de tiempo se volvieron resistentes a la obesidad, a pesar de ser alimentados con una dieta alta en grasas, informa Tendencias 21.
Hasta ahora, no había logrado explicarse la causa de esta propensión a la reducción del peso, pero recientemente, investigadores de la Universidad de Bonn, en Alemania, han arrojado algo de luz sobre este efecto secundario del sildenafilo.
Según declaraciones de Alexander Pfeifer, director del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Bonn, aparecidas en un comunicado de dicha Universidad: "Hemos estado investigando durante largo tiempo el efecto del GMP en las células adiposas. Este efecto hacía del sildenafilo un candidato potencialmente interesante para nosotros".
Esperanza... y precaución
En colaboración con especialistas del PharmaCenter de la Universidad de Bonn, del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM), y del Instituto Max Planck, Pfiefer y su equipo analizaron el efecto de sildenafilo en las células adiposas de ratones.
Los investigadores administraron este fármaco a los roedores durante siete días. Según ellos, "los resultados fueron bastante increíbles". Los científicos constataron que el sildenafilo aumentó la conversión de células de grasa blanca en células de grasa parda en los animales.
"Las células de grasa parda queman la energía de los alimentos ingeridos y la convierten en calor", explica Pfeifer. "Gracias a estas células de grasa parda se podría deshacer la grasa y así luchar contra la obesidad". Los investigadores se han mostrado muy esperanzados con el potencial del hallazgo en esta dirección.
Pero, además, en su estudio los científicos observaron otra cuestión interesante. Cuando las células de grasa blanca acumulan lípidos, incrementan su tamaño y pueden sintetizar y liberar hormonas, que a su vez causan inflamación e incrementan el riego de padecer enfermedades crónicas. Las respuestas inflamatorias de este tipo pueden provocar enfermedades cardiovasculares -que resultan en ataques cardiacos o infartos-, así como cáncer o diabetes.
En este sentido, "parece que el sildenafilo evitó que las células grasas de los ratones se adentrasen en este terreno resbaladizo", señala Pfeifer. En general, el desarrollo de las células de grasa blanca pareció volverse más saludable gracias a esta sustancia. Estos hallazgos, detallados en The Journal of the Federation of American Societies for Experimental Biology"(FASEB), resultan importantes si se tiene en consideración que, a nivel mundial, más de 500 millones de personas tienen sobrepeso, según ha alertado la OMS.
El presente estudio ha originado asimismo interesantes puntos de partida para futuras investigaciones en estos mecanismos. "El sildenafilo no sólo es capaz de minimizar los problemas de erección, sino que también podría reducir el riesgo del aumento excesivo de peso", afirma el profesor Pfeifer.
A pesar de ello, los científicos se muestran cautos y alertan al público general contra la falacia de pensar que el sildenafilo podría ayudar, por ejemplo, a perder rápidamente los kilos de más acumulados durante las vacaciones.
"Actualmente nos encontramos en un estadio inicial de la investigación, y todos los experimentos que hasta ahora hemos realizado han sido exclusivamente con ratones"subraya Pfeifer. Por tanto, aún queda un largo camino por delante hasta que se desarrollen, a partir de estos descubrimientos, medicamentos adecuados para la disminución de las células de grasa blanca en humanos.
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